El arranque de la construcción de la terminal de contenedores de Moín (TCM), que está a cargo de la empresa holandesa APM Terminals, cuyo costo ascendería a $1.000 millones, no se dará en octubre porque la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) ve muy difícil tener para ese mes respuesta al estudio de impacto ambiental (EIA) presentado por la compañía en abril.
Para el banderazo de inicio APM Terminals requiere que Setena le otorgue la viabilidad ambiental al EIA, compuesto por 36 estudios y para su elaboración fueron contratados más de 20 especialistas.
Ante consulta de DIARIO EXTRA, Uriel Juárez, director ejecutivo de Setena, reconoció que la falta de recurso humano es una de las razones por las cuales considera que no se tendrá una respuesta antes o durante octubre, al tiempo que recalcó que al ser la Secretaría un ente técnico no tiene un plazo para resolver si otorga la viabilidad ambiental.
“Muy difícil para octubre. Yo sé que ellos están precisados porque tienen sus tiempos de respuesta, pero no podemos ir al tiempo de ellos. Ellos tienen todos los recursos del mundo para hacer lo que sea, nosotros no los tenemos.
Este es el megaproyecto más grande que en la historia de nuestro país se presenta aquí a Setena. Es mucho más grande que la refinería. Imagínese La Sabana (parque) metida en el mar y 13 grúas del tamaño del Banco Nacional.
Estamos hablando de cosas mayores, por lo que el impacto que pueda generar eso hay que analizarlo y ponerle mucho cuidado”, recalcó Juárez.
NO SOLO PARA TCM
Añadió que no puede dedicar el escaso recurso humano a la evaluación exclusiva del EsIA presentado por APM Terminals, pues recordó que cada mes entran a Setena 236 proyectos que necesitan viabilidad ambiental, de los cuales 120 son de significancia baja, 100 de moderada, 8 de moderada alta y 8 de alta para su análisis. Están a cargo de 11 personas que laboran en el Departamento de Evaluación Ambiental.
Sobre el particular indicó que tiene entre 5 y 6 personas que están analizando proyectos de significancia ambiental moderada alta y alta, además del proyecto de la TCM.
Reconoció que la TCM es un proyecto muy complejo y no se cuenta con la experiencia para este tipo de obra en el país, por lo que detalló que de ser necesario se pedirá la colaboración de otras instancias como son los colegios profesionales, las universidades públicas e instituciones del gobierno.
Al mismo tiempo enfatizó que se deben hacer las consultas y evaluaciones “despacito y con buena letra”. En este sentido no se descarta llamar a los especialistas que elaboraron el EIA con el objetivo de pedir ampliaciones o aclarar dudas.
Juárez agregó que ya se les informó a las autoridades del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) la situación que atraviesan y dijo que cuenta con su apoyo para “seguir a su ritmo”.