En un mes el Consejo Nacional de Concesiones (CNC) podría avalar el inicio de los estudios de factibilidad y ambientales para dar en concesión el ferrocarril para el transporte de contenedores.
Así lo confirmó ayer Edwin Rodríguez, director del CNC, quien agregó que efectivamente ese organismo recibió la solicitud de un consorcio de empresas europeas, norteamericanas y suramericanas para encargarse de la rehabilitación de las líneas férreas y dedicarse al transporte de los contenedores.
Explicó que es una iniciativa privada que debe recibir el aval del CTP y el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), por lo que ya les hicieron una serie de peticiones que deben ser resueltas antes de proceder.
Agregó que una de ellas es que el proyecto se unificara al de pasajeros. Comentó que en un mes la empresa deberá responder las aclaraciones formuladas por el CNC para que sea estudiado el borrador final de la propuesta a fin de darle luz verde.
De inmediato el consorcio deberá proceder a realizar los estudios de factibilidad y ambientales que le darán base a la licitación internacional.
Aclaró que si la empresa no resulta ganadora de la licitación, la triunfadora deberá pagarles la inversión realizada en los estudios y todos sus gastos.
También dijo que inicialmente se habla de una inversión de $450 millones solo en la rehabilitación de la línea férrea, que servirá de base para que locomotoras rápidas y veloces empiecen a transportar los 600 mil contenedores que entran y salen del país cada año.
La concesión podría ser para unos 30 años, pero sólo para el transporte de mercancías y granos. El de pasajeros quedaría en manos del Incofer.
El primer paso sería reconstruir la línea del tren entre Puerto Caldera y Ciruelas de Alajuela, donde se levantaría una terminal gigante para almacenar todos los granos que llegan al país.
Según el proyecto inicial, que podría ser variado, la segunda etapa habilitaría el tren entre Moín y Cartago, donde se construiría un predio gigante para entregar y sacar contenedores.
En la última etapa, la más difícil, se unirán ambas terminales gigantes. Rodríguez explicó que se trata de al menos 450 kilómetros de vía férrea.
Este proyecto tendría un impacto no solo en el tránsito, por cuanto no sería necesaria la existencia de miles de tráileres, sino también porque las carreteras se deteriorarían menos.