El diagnóstico de cáncer en un joven impacta a toda la familia. Los cuidadores, generalmente padres y hermanos, asumen la inmensa responsabilidad de brindar apoyo emocional, físico y logístico al paciente. Sin embargo, este rol tan demandante puede tener consecuencias negativas en la salud y el bienestar de los cuidadores si no se cuidan adecuadamente a sí mismos.
Es por eso que el Proyecto Daniel, una asociación sin fines de lucro para ayudar a jóvenes con cáncer, brinda varios consejos para los cuidadores de estos pacientes:
*Tiempo personal: Reserve momentos para actividades y hobbies personales que le brinden alegría y relajación.Apoyo profesional: Recurrir a profesionales de la salud mental es muy importante para sobrellevar la situación que está pasando actualmente su familia.
*Comunicación abierta: Fomente una comunicación abierta en la familia para distribuir responsabilidades y brindarse apoyo mutuo.
*Tiempo para relajarse: Dedique al menos 15 a 30 minutos diarios a actividades que le relajen, como estiramientos, yoga o simplemente descansar sin moverse, lo cual puede resultar muy beneficioso.
*Vida personal equilibrada: Reduzca sus actividades personales, pero sin eliminarlas por completo, y mantenga una comunicación fácil con sus amigos.
*Pida ayuda: Busque apoyo para disponer de tiempo libre y delegar tareas como citas médicas o diligencias.
“Es fundamental que los cuidadores se sientan apoyados y comprendidos. Buscar ayuda profesional, participar en grupos de apoyo y contar con una red de amigos y familiares puede aliviar la carga emocional y proporcionar un espacio para compartir experiencias y estrategias de afrontamiento”, comentó la presidenta de Proyecto Daniel, Ligia Bobadilla.
Dicho proyecto ha impactado a 50 familias con sus talleres de manejo del estrés, grupos de apoyo y actividades recreativas. Fue fundado en mayo del 2010 por los padres de Daniel Arce Bobadilla, joven costarricense quien a los 15 años es diagnosticado con un cáncer de hueso –osteosarcoma-, Después de 29 ciclos de quimioterapia, 4 años de lucha y espíritu de sobrevivencia Daniel fallece el 9 de julio del 2008, no sin antes dejar vivo en sus padres su gran sueño: la creación de un centro para atención de jóvenes o adolescentes con enfermedades crónicas.