La Asamblea Legislativa destina un total de ¢27.720.000 anuales por concepto de bocadillos y bebidas para los diputados durante las sesiones de Plenario Legislativo.
Así consta en el “Informe de Auditoría Operativa sobre Suministro de Alimentos y Bebidas en Actividades de la Asamblea Legislativa 2023-2024”, del cual Grupo Extra tiene copia.
El refrigerio brindado a los diputados, durante las sesiones, se describe en la licitación 2024LD-000010-0019800001, a través de un catering contratado por el Congreso.
Este servicio se otorga ya sea en el Plenario o en el Cafetín.
De esta forma, en dicha licitación se establece para cada diputado, este menú:
- Dos porciones de fruta (para cada sesión)
- Dos bocadillos salados (por cada sesión)
- Un bocadillo dulce (para cada sesión)
Dichos alimentos se presupuestan para 50 personas, con un costo de ¢140.000 por cada servicio, que se ofrece de lunes a jueves.
Así consta en el cartel descrito a continuación:
“Con base en las condiciones antes mencionadas, considerando la cantidad de sesiones que por reglamento debe realizar el Plenario Legislativo, la institución desembolsaría mensualmente un aproximado de ¢2.520.000”, expone la Auditoría Interna.
“Lo que implicaría anualmente un gasto estimado en alrededor de ¢27.720.000 por concepto del servicio de alimentos y bebidas que se brinda a diputados durante las sesiones del Plenario Legislativo”, continúa el informe.
Aumento de presupuesto
El informe también desprende que el presupuesto de la subpartida (2.02.03) para la alimentación de los legisladores en 2024 pasó de un monto ¢44.232.086 a ¢68.286.886, es decir, un aumento de ¢24.054.800, equivalente a un 54% de incremento.
Dividen criterios
Algunas diputadas dividen criterios sobre el servicio de alimentación facilitado durante el Plenario.
Para la diputada oficialista, Pilar Cisneros, el monto de ¢27 millones “es abusivo”.
“Totalmente en contra. Un abuso con el dinero público, igual que las suscripciones de los periódicos que ya bajaron de 32 millones a 12 millones. Esas medidas no tienen ningún sustento legal”, indicó Cisneros a Grupo Extra.
“Está bien que nos den café, té o agua, pero nada de bocadillos”, añadió.
Por su parte, la diputada de la Unidad Social Cristiana (PUSC), Vanessa Castro, defendió que este refrigerio “no es siempre”.
Además, detalló que el menú consta de galletas tipo sorbeto, té de bajo costo y café negro, sin leche.
A partir del informe, la Auditoría solicitó a la gerente general del Congreso, Karla Granados, remitir un oficio, en el transcurso de 10 días hábiles a partir de conocido el informe, en que se comuniquen las acciones remediales requeridas.
Asimismo, se instó a Granados a presentar un segundo reporte, en el transcurso de 2 meses a partir de conocido el informe, en el que se expongan los mecanismos de control requeridos.
La Auditoría concluye que el servicio de bocadillos y bebidas para los congresistas, contratado a través de un catering, debe darse de manera esporádica y no a diario.