CONSULTA: Señor Gerardo Morales, por favor si pudiera decirme por qué es que en este país se hacen tantas leyes, casi que a diario se votan proyectos de ley y pareciera una fuente inagotable de “ideas”. Dicen que no se puede alegar ignorancia a la ley, pero resulta que las leyes, normas, decretos, directrices y otros tantos son tantos que resulta en imposible mantenerse al día con todo. Pareciera que los diputados quieren regularlo todo, hasta que al final todo se convierta en prohibido.
RESPUESTA: A partir de la revolución francesa, que fue una monarquía absolutista que llevó a que se confundiera su rey con el Estado, Luis XIV se atrevió a decir que el Estado SOY YO, se pone en boga y en práctica después que el Estado absolutista debe pasar a la historia. Que es el pueblo el elemento soberano, lo que ya había sido adelantado parcialmente por la monarquía inglesa siglos antes, bajo la constitución del rey Juan Sin Tierra.
Juan Jacobo Rousseau estableció en sus escritos que la sociedad debería regirse por un Contrato Social, y que, para mejor desarrollarse en términos de la mayor igualdad posible, debería de existir tres poderes: el ejecutivo, el congreso que legisla y un poder que ejecuta las leyes. Su idea fue que el hombre había nacido libre, y hoy se encuentra encadenado al que ejerce el poder o mantiene el capital, sin que se diera más posibilidad temprana de terminar con esa servidumbre que establecer un pacto social de convivencia.
Por su lado, el noble Montesquieu vio que el poder se ejerciera con la división por competencias, tanto del poder ejecutivo, legislativo y judicial. Al final de los siglos, esas son las ideas que imperan, afortunadamente también en nuestro país, pero con una legislación técnica no contradictoria como ha pasado otras veces.
La labor legislativa es vasta en producción, tanto que hace algunos años un distinguido abogado, don Arnoldo Jiménez, decidió hacer un compendio de las leyes, para poder establecer cuáles estaban vigentes, cuáles se habían modificado y cuáles habían sido derogadas en forma directa o indirecta.
El surgimiento de nuevas tecnologías, inexistencia de necesidades, a criterio del legislador vuelven inagotable su producción.
Encontré una frase que habla sobre la calidad de la ley y dice el refrán “Que la mejor ley es la que se quiere cumplir por sus destinatarios”.