Guaro, orgías, ofrecimientos de importantes cantidades de dinero y viajes al Caribe eran parte de las dádivas y sobornos que habrían ofrecido las empresas constructoras vinculadas al Caso Cochinilla, a cambio de obtener favores y ganar millonarias licitaciones en distintas rutas del país.
Así fue confirmado por Eladio Eliécer Araya Mena, presidente del Grupo Orosi, ante la Comisión que investiga irregularidades en el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
Cabe recordar que Araya es una de las piezas clave en la investigación, pues fue precisamente él quien denunció las irregularidades supuestamente hechas por las empresas MECO y H Solís ante la Fiscalía, Casa Presidencial, Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Contraloría General de la República (CGR) y al Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA).
“Los sobornos eran desayunos, almuerzos, licores, orgías sexuales, viajes al Caribe para supuestamente inspeccionar la ruta 257”, aseguró ante consultas hechas por la diputada de Liberación Nacional (PLN), Franggi Nicolás. De acuerdo con Araya, los actos eran “vox populi” a lo interno de la institución.
Incluso, el dueño de Grupo Orosi aseguró que, en varias ocasiones, desde la empresa H Solís le ofrecieron hasta ¢500 millones para no apelar o presentar licitaciones en Conavi.
El empresario relató que, en 2015, Roberto Acosta, esposo de Mélida Solís, lo convocó a una reunión en San Pedro para solicitarle que no participara en una de las licitaciones de obra vial y a cambio, H-Solís le compraría materiales a Grupo Orosi.
“Querían persuadirme de no presentar la oferta el día siguiente. (…). Ellos me dieron plazo hasta las 10 de la noche para que le diera los precios del asfalto y los agregados que nos iban a comprar con tal de que no presentáramos la oferta”, explicó.
Al no acceder a la solicitud, Araya relató que Acosta lo amenazó con “echarle toda la maquinaria encima”.
Posterior a ello, vinieron denuncias por parte de funcionarios de Conavi en su contra y la Gerencia de Contratación de Vías de Conavi le hicieron “la vida imposible”, sacándolos de procesos licitatorios.
“Hicieron hasta lo imposible para sacarme de un contrato de mantenimiento en Cartago, Turrialba y Los Santos”, agregó.
Tras lo acontecido, el dueño de Orosi denunció al CFIA todas las situaciones “porque ni la empresa H Solís, ni MECO inscribieron las bitácoras de algunos de los proyectos que tenían a cargo”, indicó.
MÉNDEZ MATA SABÍA
Otro de los temas que fue abordado por Araya fue la participación del ministro Rodolfo Méndez Mata en el escándalo de “Cochinilla”.
De acuerdo con el empresario, el ministro de Obras Públicas y Transportes tenía conocimiento de los actos de corrupción a lo interno de las instituciones.
“Don Rodolfo ha estado en tres ocasiones en el MOPT. A él le consta que, desde sus dos últimos periodos en la institución, ya había corrupción y tráfico de influencias en el MOPT (…) Él conocía de esta red de corrupción”, señaló.
“En su entorno, según me contaron buenos amigos, él los definía a estos cochinillos (MECO y H-Solís) como el clan. ¿No es vulgar que en un Estado de Derecho, el Conavi, unos cuantos delincuentes y el mismo ministro permitan que una empresa sola arrase con 400 millones de dólares en contratos? ¡Hay 20 o 30 empresas costarricenses que por 35 años han pagado planillas a la Caja y actualmente están en la cuneta! ¡Fueron destripadas como cucharachas por los zapatos de estas empresas cochinillas! Hay muchas que ya quebraron”, añadió.
Araya concluyó asegurando que, desde que Rodolfo Méndez Mata tomó las riendas del MOPT, “todo empeoró”.
Precisamente, el titular de transportes será el próximo en comparecer ante la comisión que investiga las irregularidades en el caso Cochinilla.