Los milenials y la generación Z (Gen Z) reportan que la falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal sigue afectando su salud mental, de acuerdo con la más reciente encuesta de Deloitte.
El estudio realizado a 14.468 centennials (nacidos entre 1995 y 2005) y 8.373 de la generación milénica (nacidos entre 1983 y 1994) de 44 países mostró una leve mejora en los niveles de estrés, pero siempre con lo laboral como detonante.
El 40% de la Z y el 35% de los milénicos respondieron que se sienten estresados todo el tiempo o la mayor parte, a pesar de que casi cuatro de cada diez Gen Z (39%) y milenials (37%) dicen que su salud mental ha mejorado durante el último año.
ESTRÉS EN EL AMBIENTE LABORAL
Los factores estresantes en el trabajo incluyen: no obtener reconocimiento (51% de la Gen Z y 53% de los milenials), largas horas laborando (51% de ambas generaciones) y no tener suficiente tiempo para completar las tareas (50% de la Gen Z y 45% de los generación Y).
Algunos también citan una falta de control sobre cómo o dónde trabajan (44% de ambas).
No obstante, hay señales positivas de que los empleadores cada vez más se enfocan en la salud mental de sus colaboradores, según reporta más de la mitad de la generación Z (54%) y los milenials (55%).
Aproximadamente la mitad de los encuestados han visto cambios positivos en sus lugares de trabajo durante el último año en lo que respecta a la salud mental (51% de Z y el 50% de los Y).
Alrededor de seis de cada diez (el 56% de la Gen Z y el 59% de los milenials) dicen que se sienten cómodos al hablar abiertamente con sus gerentes sobre el estrés, la ansiedad u otros problemas de salud mental.
Poco más de la mitad se siente seguro de que sus superiores sabrían cómo apoyarlos si plantearan sus inquietudes (el 52% de la generación Z y el 54% de los milenials). “Esta es un área fundamental, porque para muchas personas la relación con su superior tiene un impacto significativo en su salud mental, comparable al impacto de su relación de pareja e incluso mayor que el impacto de su relación con su médico o terapeuta”, señala el estudio.
Francisco Barahona
Sociólogo
“Al alto nivel de estrés laboral agrego factores adicionales como la decepción, un sentimiento fundamental de las nuevas generaciones, la frustración, la rabia contenida por no tener las condiciones mínimas para desarrollarse y tener una mejor calidad de vida. Todo eso dentro de un sistema internacional terriblemente caótico, que lo que hace es confundir más y desactivar a la gente para que tome acción. Por ejemplo, ya en Costa Rica las nuevas generaciones muestran poco interés de manifestación política”.