Bogotá. (EFE) – La Corte Suprema de Justicia de Colombia condenó a César Pérez García, expresidente de la Cámara de Representantes, a 23 años y tres meses de prisión por ser el “determinador” del asesinato, en 1988, del alcalde electo del municipio de Remedios, que pertenecía al partido de izquierdas Unión Patriótica.
La decisión la adoptó la Sala Especial de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia al encontrar que fue el “determinador del homicidio de Elkin de Jesús Martínez Álvarez, alcalde electo de Remedios (Antioquia)”.
La Sala le impuso una pena de 279 meses de prisión y también determinó que no podrá ejercer funciones públicas por 10 años.
Igualmente, dispuso negar al sentenciado la condena de ejecución condicional y la prisión domiciliaria y, por tanto, una vez en firme dicha determinación deberá librarse orden de captura en su contra para que cumpla la pena en una cárcel.
Los hechos están relacionados con la violencia política registrada en 1988 y la pérdida del poder del excongresista en los municipios del nordeste antioqueño, entre ellos Segovia y Remedios, cuyos espacios eran copados por la Unión Patriótica.
De acuerdo con la investigación, Pérez García entró en contacto con los paramilitares Fidel Castaño y Henry de Jesús Pérez, jefes del grupo armado ilegal autodenominado Muerte a Revolucionarios del Nordeste, a quienes les pidió su ayuda con el propósito de proceder a expulsar a sus líderes de esa región.
Estos, a su vez, acudieron a Alonso de Jesús Baquero, alias “Vladimir”, quien en cumplimiento de dicha orden se dedicó a perseguir a los que el excongresista consideraba sus contradictores políticos, mediante amenazas de muerte.
En ese contexto se registró el homicidio el 16 de mayo de 1988 de Martínez cuando esperaba un taxi en la puerta de un hotel en Medellín.
Ese homicidio fue declarado en 2014 como delito de lesa humanidad, ya que se consideró parte del ataque sistemático contra militantes de la Unión Patriótica (UP) a mediados de la década de 1980 y en 1990.
La UP nació en 1985 como parte de un intento de acuerdo de paz del entonces presidente Belisario Betancur (1982-1986) con las FARC, pero en los años siguientes ese partido fue víctima de un genocidio que costó la vida a más de 4.000 de sus militantes, incluso a los candidatos presidenciales Jaime Pardo Leal (1987) y Bernardo Jaramillo Ossa (1990).