No hay soluciones a corto plazo ante constantes derrumbes
Con hasta cinco cierres semanales por deslizamientos durante la época lluviosa, la ruta nacional 32, que conecta la provincia de San José con el Caribe, es una de las carreteras que enfrentan retos desde hace varios años y podría empezar a ver solución a partir de 2026.
Bajo el nombre de autopista Braulio Carrillo, miles de costarricenses utilizan a diario esta vía inaugurada en 1987, pues conecta más de 12 cantones y concluye cerca de uno de los principales puertos del país, ubicado en Moín.
El tráfico es interrumpido constantemente por el cierre del paso a la altura del cerro Zurquí, pues al atravesar el Parque Nacional Braulio Carrillo los suelos saturados de humedad suelen desprenderse con facilidad, dejando material en la carretera.
“Es una zona montañosa donde llueve bastante. Tenemos un historial, sin embargo, eso no nos dice que no va a suceder en otros lugares”, comentó Cristian Arroyo, director ejecutivo del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), institución encargada de velar por el buen funcionamiento de esta ruta.
Comentó a DIARIO EXTRA que este tramo de la carretera es una prioridad para la institución porque representa una de las principales afectaciones para los costarricenses, por ello se realizan varias acciones que pretenden mitigar los constantes cierres.
“Una tarea específica que tenemos en este gobierno es tratar de disminuir al máximo la cantidad de cierres de la ruta 32. Obviamente la prioridad es la vida humana, entonces cuando tenemos una mínima incidencia de caída material y lluvias intensas cerramos por un tema de salvaguardar la vida humana”, amplió.
Mediante el Programa de Emergencia para la Reconstrucción Integral y Resiliente de Infraestructura (Proeri), el Conavi invertirá $35 millones (cerca de ¢17.900 millones) para dar solución a los constantes derrumbes.
“Ahorita ya estamos comenzando a adjudicar una primera fase, que es una topografía especial que prácticamente hace un levantamiento en 3D de todo lo que es los taludes del Zurquí y te dicen justamente dónde hay zonas de mayor riesgo”, explicó.
Esta primera fase inicialmente estaría concluida este año y empezaría un proceso de construcción de obras con base en los resultados para “comenzar a diseñar los muros o la solución que estos estudios arrojen” y de esta manera retener los materiales que se puedan desprender por efecto de las lluvias.
Esta segunda fase de planeación no posee una fecha definitiva de conclusión porque si bien los fondos del Proeri deben ejecutarse antes de que concluya 2025, el director del Conavi señala que las obras podrían extenderse hasta junio de 2026.
“No sabemos todavía qué nos va a arrojar este tipo de topografía, entonces puede que esos $35 millones no sean suficientes, pero por lo menos ya es un inicio”, declaró a este medio.
AMPLIACIÓN DE VÍA
Una de las victorias que celebra el Conavi respecto la ruta 32 es que, tras una investigación realizada por el departamento de Ingeniería, se supo que en la promulgación del Parque Nacional Braulio Carrillo se contemplaron 50 metros de derecho de vía; es decir, se podrán realizar obras hasta 25 metros dentro del bosque que corre paralelo a la carretera.
“Con la limitante que teníamos antes solo podíamos hacer una tala de árboles o una limpieza prácticamente dos, tres o cinco metros arriba del derecho de vía; con esta nueva adecuación de la ley, por decirlo de alguna forma, y con lo que es la topografía, podemos llegar mucho más arriba”, explicó.
Este parque nacional, creado durante la administración Carazo Odio en 1978, contemplaba la existencia de un derecho de vía en su artículo segundo, sin embargo, sin los planos originales no se sabía a cuánto correspondía.
Con estas nuevas especificaciones se permitirá “hacer obras más altas, poder trabajar en tema de construcción y limpieza de contracunetas, que son como cunetas, pero por su definición están más arriba en la parte del talud”.
Según Arroyo, estos taludes son los que ocasionan mayor cantidad de emergencias en las vías porque, al encontrarse en altura, cuando fallan permiten la caída de material.
“En este momento podemos llevar esos estudios a la parte más arriba del talud para evitar justamente ese tipo de caídas y demás. Tenemos cosas que antes no podíamos tener monitoreadas, ahora sí lo podemos tener y la ley no lo va a impedir”, acotó.
Respecto al santuario natural que representa el parque nacional, de 476 kilómetros cuadrados, el Conavi asegura que este no afectará la biodiversidad de la zona porque no realizarán “obras sumamente invasivas, que vayan a cambiar totalmente el ecosistema, pero sí que por lo menos ayuden a solucionar los problemas dentro del derecho de vía”.
¿Cuáles serán estas obras? En la lista que incluye el director ejecutivo del Conavi están “muros, que normalmente se hacen con gaviones, con concreto, mallas anticaídas. No es nada que vaya a perjudicar el medioambiente en la zona”.
OTRAS INTERVENCIONES
Tanto el Conavi como el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) realizan otras obras en la ruta 32, como las rotondas que actualmente se construyen en Río Frío, Limón.
Estas se financian con el préstamo de la empresa China Harbour Engineering Company y el Eximbank, el cual obliga que los trabajos concluyan en abril de 2025; sin embargo, junto a los gobiernos locales, las autoridades lograron un nuevo acuerdo con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por hasta $1 millón.
Sumado a ello, en octubre de este año el MOPT inauguró el puente Ricardo Saprissa Aymá, estructura que fue reconstruida tras los procesos de ampliación de la vía en el cantón de Tibás.
Junto a otro puente paralelo, el costo total de esta obra asciende a $430,5 millones, financiados por un préstamo también del BCIE.
El mantenimiento superficial de esta estructura está a cargo del equipo Deportivo Saprissa.