A Wainer Alejandro Corrales Jiménez, de 42 años, mejor conocido como Ecoloco, le arrebataron la vida de dos plomazos en el barrio Bella Vista en El Roble de Puntarenas y, lo más increíble, es que fue a 100 metros sur de la delegación de Fuerza Pública.
El cuerpo inerte de Corrales quedó tendido en plena vía pública luego de que, en apariencia, un hombre lo venía siguiendo desde el barrio Fray Casiano y, sin mediar palabra, le mandó sendos bombazos, uno lo impacto en el tórax y el otro en el abdomen.
Como todo ocurrió cuando apenas rompían los primeros rayos de sol en La Perla del Pacífico, casi nadie se percató de quién era el gatillero. Los pocos vecinos que escucharon las detonaciones salieron a ver qué ocurría y de inmediato se percataron que era un homicidio.
Rápidamente, la respuesta de la Cruz Roja no se hizo esperar, una unidad llegó al sitio, pero no había nada que hacer, los socorristas abordaron a Corrales, quien no presentaba signos vitales.
PENSIÓN ALIMENTARIA
Curiosamente, la última dirección que se le conocía a Ecoloco era la Unidad de Admisión de San Sebastián, en San José, y tras evacuar las consultas con el Ministerio de Justicia y Paz, señalaron que estaba en ese lugar porque lo detuvieron por pensión alimentaria y le habían dado su salida el pasado 9 de noviembre. Sin embargo, y pese a que Corrales vivió en varios lugares en San José, decidió irse a Puntarenas, donde le arrebataron la vida.
El hombre deja en este mundo tres hijos, una muchacha de 21 años, otro de 19 y uno más de 15 años y se dedicaba a hacer camaroncillos, especialmente de construcción.