La salida anticipada de Rocío Aguilar de las superintendencias de Entidades Financieras y Pensiones marcó otro capítulo polémico en 2024.
La funcionaria, quien lideró ambas instituciones durante casi un quinquenio, anunció su retiro efectivo a partir del 1 de enero de 2025, tres meses antes de concluir su periodo oficial.
Su designación por el Banco Central de Costa Rica generó debate, pues llegó tras su renuncia como ministra de Hacienda, cargo en el que enfrentó una sanción de la Contraloría General por el caso Hueco Fiscal.
Durante su gestión como superintendente navegó entre crisis significativas. La pandemia impactó severamente los sectores bajo su supervisión, obligando a implementar medidas extraordinarias como la suspensión de cobros a deudores afectados.
En el ámbito de pensiones enfrentó presiones por el acceso al Régimen Obligatorio de Pensiones ante la crisis económica.
Su administración se caracterizó por decisiones controvertidas que buscaron equilibrar la estabilidad financiera con las necesidades sociales, consolidándola como una de las figuras más discutidas del año.