Con lentes, cabeza rapada, bastante delgado y vistiendo camisa de manga larga rosada se sentó en el banquillo de los acusados Erly Benneth, sospechoso de liderar la banda que secuestró y violó a la hija de un empresario de autos en Barrio Cuba en San José.
El juicio oral y público se inició ayer con la lectura de la acusación donde la fiscalía le achaca los delitos de secuestro y robo agravado, donde el Tribunal Penal de San José recibió a los testigos del hecho, Ginia Hernández y Davis Trañas, empleados de autos Leo, quienes estaban con la joven a la hora en que la privaron de su libertad.
Hernández recordó como dos pistoleros llegaron ese fatídico día al negocio y sacaron a su jefa amarrada y la montaron a un carro que estaba en venta.
“Entraron dos hombres y preguntaron por un vehículo, les hice una proforma y cuando me devolví uno de ellos me apuntó con un arma de fuego y me llevó hasta una oficina. Ahí me amarró con un cable de teléfono los pies y manos y me lanzaron al piso, el otro hombre se dirigió a la otra oficina donde estaba Wendy y otro compañero”, recordó.
Horas antes del hecho, un hombre llamó al negocio preguntando por la administradora quien en ese momento no se encontraba.
Para la fiscalía el grupo hizo 11 llamadas extorsivas a la familia de la mujer que mantuvieron secuestrada el pasado 10 de enero del 2011 en dos lugares de cautiverio y solicitaron $32 mil y algunas joyas.
Javier Valerio, fiscal, manifestó a DIARIO EXTRA que empiezan de cero y se volverá a llamar a los diez testigos.
“Se acusa de secuestro extorsivo y robo agravado mientras que el uso de documento falso se tramita aparte y pese a que se fugó del juicio donde sus cómplices fueron condenados, no existe pena”, explicó.
Según la parte acusadora, Benneth de 31 años, habría comprado una motocicleta marca Yamaha con el dinero que al parecer recibió como parte del pago por la liberación de la mujer y posteriormente inscribió a nombre de la mujer con quien convivía.
Karla Solano, defensora del sospechoso, se reservó su declaración y dijo que se referirá en la etapa de conclusiones, asimismo lo hizo su representado.
La pena que puede enfrentar el sospechoso podría ser entre 20 y 35 años de prisión en caso de ser encontrado culpable.