Con el uso de radares láser con cámaras, los oficiales de Tránsito controlarán desde este lunes (inicio del curso lectivo 2014) el exceso de velocidad frente algunos centros educativos ubicados en zonas de alto flujo automotor.
Así lo informó ayer Pedro Castro, ministro de Obras Públicas y Transportes.
Entre las escuelas monitoreadas con este moderno sistema están la Ricardo Jiménez, ubicada cerca del Hospital de las Mujeres en San José, la Escuela Nances, en Esparza, y la Escuela Universidad de Costa Rica, en Turrialba.
De forma complementaria, padres de familia, conductores y estudiantes serán los objetivos de la Policía de Tránsito en el arranque del curso lectivo. Con labores de educación y prevención, los inspectores buscarán mejorar la cultura vial en las afueras de 83 centros educativos del país. Silvia Bolaños, viceministra de Transportes, indicó que se ideó un plan de trabajo formativo para aplicarlo en estas escuelas y colegios, aprovechando la presencia de oficiales.
El enfoque preventivo busca que los conductores respeten los límites de velocidad en las zonas escolares (25 km/h) y que estén más atentos de lo normal porque hay niños cruzando la calle.
Respecto a los padres de familia, las directrices son similares, tanto si llevan a los hijos en carro, a pie o en autobús. En el primer caso, deben estacionarse adecuadamente, no es válido detenerse en media calle y apresurar a sus hijos para que se bajen, bien podría venir una moto y causar un accidente, por ejemplo. Si viajan en bus, a veces la prisa hace que los papás quieran tirarse de la unidad. O se lanzan a media calle para que el transporte público les pare. Estas conductas hay que modificarlas, señaló Bolaños.
Por su parte, German Marín, director de la Policía de Tránsito, indicó que ya no solo se le pedirá al conductor que baje la velocidad cuando se percibe que viaja por encima del límite, sino que se contará con el instrumento técnico (las cámaras láser) en algunas escuelas para sancionar esa infracción de conductores irresponsables.