Una familia se salvó de milagro luego de ser atacada por dos aparentes sicarios en Sarapiquí.
Los gatilleros armados hasta los dientes los interceptaron y comenzaron a dispararles sin razón aparente.
Alias “Pícolo” viajaba con su esposa y dos hijas menores de edad en un vehículo 4×4 cuando en Barrio Yacaré de Cristo Rey en Puerto Viejo, Sarapiquí, dos hombres salieron del lado de la carretera.
Se pusieron en frente, sin dar mayor explicación sacaron las armas 9 mm y AK-4, comenzaron a volar plomo contra el auto en que se transportaba la familia.
Al ver la situación, el hombre abrió la puerta del carro y se tiró para salir corriendo por un charral que estaba cerca, por lo cual los sujetos le dieron persecución y le continuaron disparando sin conseguir su objetivo de impactarlo.
Mientras tanto la madre vio que una de sus hijas estaba sangrando en una pierna, por lo que se pasó al asiento del conductor y sin pensarlo comenzó a manejar hacia la Cruz Roja local. En este sector le dieron la respectiva atención a la pequeña que presentaba un roce de bala en la rodillita y la remitieron al centro médico para una mejor valoración, pero estaba fuera de peligro.
PERSECUCIÓN
Los vecinos en la escena dieron aviso al 9-1-1, de inmediato se dio la movilización de los oficiales de Fuerza Pública que comenzaron un amplio operativo.
Esto permitió que se lograra la detención de dos hombres, ambos de nacionalidad salvadoreña, identificados como José Medina Díaz de 26 años y Geovanni Merino Rosales de 24.
Además informaron al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) para la respectiva pesquisa por el intento de homicidio contra estas personas.
En el sitio del tiroteo ubicaron 24 indicios balísticos de arma 9 mm y AK-47, que son parte de las evidencias que ahora serán incluidas en el expediente del caso.
Justamente eso coincide con un arma decomisada y un cargador de AK-47 que se les encontró a los cuscatlecos al momento de la detención por parte de los oficiales.
Finalmente los extranjeros fueron puestos a las órdenes del Ministerio Público para que se defina su situación jurídica y establecer si se deberá imponer alguna medida cautelar.
El caso quedará en investigación para determinar por qué se produjo el ataque, aunque se maneja como un presunto ajuste de cuentas.