El cáncer fue la causa de muerte de casi 9.74 millones de personas a nivel mundial durante el 2022.
Esto coloca a esta enfermedad como la principal causa de defunciones. Además, para el 2045 se prevé que la cifra aumente a 18.5 millones.
“El cáncer es una enfermedad que puede afectar a cualquier persona y en cualquier momento de su vida”, afirmó el Dr. Andrés Rojas, director médico de AstraZeneca para Centroamérica y Caribe.
El cáncer es una enfermedad la cual puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo y propagarse rápidamente.
Según la Organización Mundial de la Salud, el aumento de casos ocurre con la edad, principalmente por la acumulación de factores de riesgo, como el consumo de tabaco y alcohol, una alimentación poco saludable, sedentarismo y la contaminación del aire.
Tipos de cáncer con mayor mortalidad:
- Pulmón (18.7%)
- Colorrectal (9.3%)
- Hígado (7.8%)
- Mama (6.8%)
“Los avances en la detección temprana de la enfermedad, las innovaciones en el tratamiento, la colaboración entre los sectores público y privado y una mayor atención a la equidad sanitaria han mejorado significativamente los resultados de la atención oncológica”, dijo el Dr. Rojas.
Prevención
Entre el 30% y 50% de los casos de cáncer se pueden prevenir, es por esto que es importante tomar acciones preventivas.
Según informan especialistas de AstraZeneca, el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer se puede reducir tomando medidas como:
- No consumir tabaco
- Optar por una dieta saludable que incluya frutas y hortalizas
- Realizar ejercicio constante
- Mantener un peso corporal saludable
- Evitar o reducir la ingesta de alcohol
- Evitar la radiación ultravioleta
- Minimizar la exposición a radiaciones ionizantes
- Realizar la vacunación contra el papilomavirus humano y la hepatitis B.
Síntomas
Si bien, al existir diversos tipos de cáncer, los síntomas pueden variar, hay una serie de elementos que se pueden considerar.
Es imperativo estar atentos a la presencia de masas inusuales, dificultad para respirar o tos frecuente, cambio en los hábitos intestinales, pérdida de peso involuntaria, fatiga, aparición de manchas o cambios en esta misma, cambios inusuales en las mamas, complicaciones urinarias, pérdida de apetito, sangrados inesperados, dolores persistentes, sudoración excesiva, ardor en el estómago o una herida / úlcera que no sana