Nada en exceso es bueno, pero a veces resulta difícil encontrar ese punto intermedio para que la situación no se descontrole y la sal debe consumirse con moderación, con muchísima más razón si, por ejemplo, le diagnosticaran hipertensión arterial, una clara señal de que posiblemente ha exagerado el consumo de dicho condimento, entre otras circunstancias.
A continuación, le comentamos síntomas indicativos que revelan cuándo probablemente podría estar consumiendo más sal de la necesaria, por lo que resultaría indispensable que empiece a moderar su ingesta y consulte a su médico.
• Dedo anular hinchado: La retención de agua puede suceder cuando se abusa de la sal y es fácil detectar esto si un anillo empieza a apretar cada vez más su dedo. Recuerde que el cuerpo funciona de una manera compleja y se hace imprescindible mantener el equilibrio de fluidos y electrolitos.
El sodio puede provocar que su cerebro libere hormonas que le dicen a su cuerpo que contenga la mayor cantidad de agua posible, por eso se retiene más líquido del necesario, así que hay que bajar el consumo para nivelarse.
• Boca seca: Es muy probable que, después de comer alimentos ricos en sodio, su cuerpo comience a sentir que los niveles de sal y agua están apagados, de modo que su cerebro enviará señales de que necesita agua, porque beber más agua hará que las cosas vuelvan a la normalidad.
Recuerde que una de las razones por las que puede sentir la boca seca es por ingesta de sal.
• Dolor de cabeza: Algunos estudios revelan que existe un fuerte vínculo entre la presión arterial alta y los dolores de cabeza, y se ha descubierto que los grandes consumidores de sal tenían más probabilidad de padecer de este mal, incluso si la presión arterial era normal.
En el estudio, los adultos que consumieron 3.500 mg de sodio por día tuvieron casi un tercio más de dolores de cabeza en comparación con aquellos que solo tomaron 1.500 mg.
Entonces, si siente un dolor de cabeza palpitante, intente reducir el consumo de sal para que desaparezca.
EFECTIVA SOLUCIÓN
Independientemente de los síntomas con los que esté lidiando, una de las mejores maneras de reducir su consumo de sodio es racionar la ingesta de alimentos procesados y beber más agua, con solo esto su cuerpo debe ponerse al día y se equilibraría.
Una vez que todo vuelva a la normalidad, trate de mantener la ingesta de sal bajo control.
Las pautas dietéticas recomiendan comer menos de 2.300 mg por día. Si las molestias continúan, consulte a su médico.