Coyuntura política podría girar relaciones bilaterales
A lo largo de la historia, los Estados Unidos ha encontrado en Costa Rica un aliado estratégico en la región centroamericana.
Sin embargo, las elecciones presidenciales en ese país pueden cambiar el rumbo de las relaciones bilaterales.
De acuerdo con Alfonso Rojas, doctor en políticas públicas y estadística, así como catedrático de la Universidad de Texas, habrá que esperar los últimos resultados para determinar lo que pasaría con Costa Rica y Centroamérica.
“El contexto con Costa Rica depende mucho del resultado. En caso de que ganara Kamala Harris, lo que uno esperaría es una profundización de los canales de cooperación para evitar la migración hacia Estados Unidos”, dijo a DIARIO EXTRA.
Cabe recordar que fue enviada por el presidente Joe Biden a los países del Triángulo Norte para que buscara formas de disminuir la criminalidad y la delincuencia, además de frenar las olas migratorias.
“Ella tendría una aproximación poco menos punitivista que la de Donald Trump cuando era presidente”, añadió.
Otros puntos que podrían mantenerse son la profundización de las relaciones en el tema económico y comercial con el país norteamericano.
En cuanto a Trump, el catedrático indicó que la principal preocupación que puede tener Costa Rica es la imposición de aranceles a todos los productos.
“Costa Rica tiene a Estados Unidos como principal socio comercial y la principal fuente de exportaciones de Costa Rica es Estados Unidos. Esa medida de Trump causaría un daño casi irreparable a nuestro país, que depende de esas exportaciones.
Esos aranceles básicamente limitarían la venta de productos costarricenses en Estados Unidos al máximo, entonces eso dañaría la economía del país”, manifestó.
Otro tema que afectaría indirectamente a Costa Rica con un gobierno de Trump es el tema del turismo.
“Las políticas proteccionistas de Trump también afectarían el empleo en Estados Unidos. Eso no solo afecta a ese país, sino también a Costa Rica porque la gente no va a tener dinero para viajar a Costa Rica. Si cortamos exportaciones a Estados Unidos y cortamos el turismo a Costa Rica, pues es un efecto devastador para la economía costarricense”, agregó.
Todo lo anterior se suma al tema migratorio.
“Si un niño es estadounidense, pero sus papás son ticos o son inmigrantes y son deportados, pues el niño también se tiene que ir aunque sea ciudadano estadounidense, entonces eso causaría un impacto muy grande tanto a las personas que vienen aquí como a la economía del país y por supuesto que a la gente que es inmigrante”, acotó.
Daniel Sandoval, analista en política internacional, si la candidata demócrata Kamala Harris se alza con la victoria, los vínculos entre ambos países no variarían porque es una continuidad de lo que se ha visto en estos cuatro años con el presidente Joe Biden.
Por otra parte, si el republicano Donald Trump gana los comicios y vuelve a la Casa Blanca podría existir cierto enfriamiento en el nexo que se mantiene con el país norteamericano.
“Para analizar el tema, primero hay que ser consciente de que existe una historia de cooperación y entendimiento que abarca desde lo político hasta lo económico, pasando por temas de ambiente, seguridad y derechos humanos. No habrá mayores cambios”, aseguró.
Aunque este no sería muy drástico, los que sufrirían el mayor impacto serían los costarricenses que residen en suelo estadounidense.
LARGA DATA
Según la Cancillería, las relaciones oficiales entre los dos países se iniciaron en 1851 con la acreditación de Felipe Francisco Molina y Bedoya como ministro plenipotenciario de Costa Rica en Washington.
En la actualidad mantienen una buena relación bilateral, que data de hace muchas décadas; no obstante, el panorama puede variar debido a la coyuntura electoral en suelo estadounidense.
“Las relaciones entre ambos países se establecieron desde el siglo trasanterior, por lo que la historia dicta que Estados Unidos es el aliado comercial, político y económico predilecto para Costa Rica, lo cual se ha incrementado en los últimos años.
Ejemplo de ello, el tratado de libre comercio que se aprobó mediante referéndum en 2007, o bien, la Estrategia de Estados Unidos para el compromiso en Centroamérica de 2015”, explicó Sandoval.
NÚMEROS POSITIVOS
Asimismo, los Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones costarricenses, así como el mayor proveedor de importaciones.
Incluso la inversión estadounidense representa una inyección económica para el patrimonio nacional, tanto en negocios como empresas, inversiones, generación de turismo y fuentes de empleo.
Además en ese país reside la comunidad costarricense más numerosa asentada en el extranjero. Son más de 120.000 connacionales con un estatus migratorio regular, sin contabilizar aquellos en condiciones migratorias de carácter no regulado.
“En síntesis, se puede afirmar que Costa Rica y Estados Unidos poseen una relación bilateral en temas económicos, comerciales y migratorios bastante buena, causando que esta potencia mundial sea el mayor socio para nuestro país”, manifestó Sandoval.
Por otra parte, la cooperación en seguridad también es uno de los ejes centrales de la relación entre ambas naciones.
En las últimas décadas Costa Rica ha enfrentado desafíos significativos debido al narcotráfico y el crimen organizado, problemas que afectan a toda la región.
Estados Unidos ha sido un socio clave en el apoyo a las fuerzas de seguridad costarricenses mediante capacitación, equipamiento y asistencia técnica para fortalecer sus capacidades en la lucha contra el narco.
Por ejemplo, este año el Gobierno estadounidense donó 10 escáneres portátiles para la detección de drogas en los puertos de Caldera y Moín, así como en las terminales aéreas internacionales y los puestos fronterizos terrestres.