En estos momentos, miles de estudiantes en el territorio nacional se aprestan a comenzar un nuevo cuatrimestre en las universidades privadas o ya cursan el primer semestre en una institución pública, pero detrás de ellos gran cantidad de adolescentes y jóvenes adultos se encuentran decidiendo su futuro vocacional. Con el objetivo de ayudarles a tomar decisiones de forma correcta, DIARIO EXTRA consultó con Floribeth Amador Jara, orientadora afiliada al Colegio de Profesionales en Orientación (CPO), acerca de obstáculos que los jóvenes pueden afrontar en este tiempo de transición entre la secundaria y la vida adulta, especialmente si les cuesta ingresar a la institución de su preferencia o del todo no les es posible.
La experta deja claro que lo principal es construir opciones que concuerden con la realidad de cada persona y subraya que no resulta fácil brindar recomendaciones generales, pues cada quien tiene sus propias aspiraciones, condiciones y expectativas. A continuación, extractos de su conversación con este medio.
“Lo primero es determinar que la valía personal, es decir la autoestima, no puede estar directamente ligada a una profesión. En el momento en que digo ‘si yo no soy profesional en esto automáticamente no soy nadie en la vida’, pues ese es un error muy grande”, asevera Amador Jara. También aclara que “no solo existen carreras universitarias, existen profesiones variadas, trabajos técnicos, es más, si pudiera ponerme un poquito creativa, existen ahora nuevos tipos de trabajo que nadie pensó hace 20 años, ahora es un trabajo ser streamer, youtuber, gamer, y muchas de estas personas pueden sentirse mucho más ‘alguien en la vida’ que una persona que tuvo que estudiar algo porque tuvo que estudiar algo”.
Y aconseja: “Se debe desmitificar que la autoestima y la valía personal no equivalen a una carrera universitaria. La carrera universitaria puede formar parte de mi construcción vocacional. Si separamos la autoestima de una carrera, la vida se vive mejor”.
Por otra parte, explica que los valores vocacionales constituyen uno de los recursos para elegir carrera. “Ejemplo: yo como orientadora, dentro de mis valores vocacionales, lo más importante es sentir que mi trabajo les impacta a otros de manera directa y si puedo ver a esas personas y estar cerca de ellas para mí eso es una guía muy grande. Para alguien de otra profesión, no es un valor vocacional importante el trabajar directamente con personas, de hecho, hay quienes dicen: ‘yo, trabajar con personas, no gracias’ y yo no puedo juzgar y decir ‘uy, qué barbaridad, no quiere trabajar con gente’, no, porque quizá desde su forma de ser valora otras cosas y eso no está mal”.
“Hay gente que he atendido y me ha dicho ‘yo voy a elegir esta carrera porque voy a ganar mucha plata. ¿Me interesa mucho? La verdad que no, pero cuando veo qué me interesa, me interesa más el dinero’. ¿Entonces qué dice uno? Procurá ser un profesional, que si bien es cierto la carrera te dé la recompensa económica que buscás, que seas una persona completa, que las personas alrededor tuyo no tengan que sufrir en el lugar de trabajo porque no se tienen otras competencias alrededor”. No obstante, la orientadora aduce que también alguien podría dedicarse a una carrera en la que el futuro laboral sea incierto e incluso le digan a la persona que “se va a morir de hambre” si estudia eso. En dichos casos de igual forma se debe respetar la decisión de la persona, aunque también se tiene que dejar claras las consecuencias de sus actos, en caso de que finalmente no pueda emplearse, en otras palabras: “si yo establezco que este es mi camino, tener claro todo lo que conlleva ese camino para minimizar el riesgo”.
¿Y SI NO ME DA EL PUNTAJE?
Al preguntarle a la experta cómo abordan el caso de las personas que perdieron el examen de admisión de las universidades públicas, comentó: “Le recomendamos a la persona que está saliendo del colegio, creando un proyecto vocacional, que no vea una única opción porque el ingreso a universidades públicas está regido por una nota de admisión y son cosas que nosotros no siempre podemos controlar. A los estudiantes que no logran ingresar, se les pregunta: ‘y aparte de esta opción, ¿cuáles otras opciones creaste?’ Y la respuesta generalmente es ‘ninguna, porque yo estaba seguro/a de que iba a entrar, yo solo eso vi”.
La siguiente recomendación es que se puede volver a intentarlo, “hay muchísimos estudiantes que lo intentan dos años o el tiempo que consideren oportuno, eso significa que se tienen que volver a inscribir. Que no se inscriban para solo una, todas tienen muchas opciones. Si solo escoge una como la Universidad de Costa Rica, y podría estar dejando de lado a la Universidad Nacional o el Instituto Tecnológico Costarricense. Si me cierro, me estoy privando de otras oportunidades en otras unidades. Y además es mayor la posibilidad de éxito si toco tres puertas en vez de solo una”.
Y añade que aparte vale cuestionarse: “¿Ha pensado estudiar en la Universidad Estatal a Distancia? Ahí se puede iniciar o terminar una carrera profesional, van llevando cursos y ya si logra ingresar a una u pública se convalidan las materias si tienen los mismos contenidos. Además, está la Universidad Técnica Nacional, no tiene examen de admisión, tiene un proceso de ingreso diferente”.
ARMARSE OPORTUNIDADES
“Si no hay posibilidades de u pública pero sí de u privada, que se aproveche. Aunque puede ser chocante sentir que no se pudo lo que se quería, como entrar a la UCR, pero igual debo construir opciones. Entonces toca preguntarse, ¿cómo estoy de inglés?, hablando del idioma que se espera que todos podamos manejar como segunda lengua. Puede ir llevando cursos mientras espera. Si no tiene dinero, hasta con Google se puede buscar para aprovechar el tiempo, aflojarse en el idioma, aprender vocabulario. La UNA, la UNED, la UCR, el TEC tienen cursos, también muchas instituciones privadas”, en caso de que se cuente con los recursos económicos.
Amador Jara recalca cómo “El manejo de un idioma adicional sirve sin importar la carrera que se quiera y hasta para buscar un trabajo por mientras, puede ser que el inglés u otro idioma abra otras puertas que me lleven a otras oportunidades laborales. Otra recomendación: ¿qué se puede perfeccionar de usted que le vaya ayudar en una carrera profesional y en su propia construcción personal?”.
Asimismo, indica: “La gente a veces cree que el trabajo, si no es de mi carrera, no vale. La experiencia me da conocimiento, habilidad para trabajar con otros, me da autoestima y si me pagan mejor porque logro satisfacer ciertas necesidades. En algunos casos, se recomienda buscar trabajos de medio tiempo, hasta un voluntariado, que permite conocer cosas que me pueden ayudar a tomar decisiones vocacionales”. Subraya que algunas personas que hicieron voluntariados descubrieron que no les gustaba lo que pensaban que querían estudiar o que creyeron que no eran capaces de ocuparse en alguna actividad hasta que lo intentaron.
Enfatiza que no se vale “quedarse solo pensando en que la universidad es el método que me va a ayudar a salir adelante, hay muchas cosas que durante este impasse antes de ingresar a la universidad, debo conocer más de mí mismo/a y del mundo laboral”.
CUIDADO SE EMBARCA
La orientadora advierte que se debe tener cuidado antes de tomar decisiones drásticas como asumir préstamos para estudiar una carrera: “Ingresar a una carrera genera incertidumbre, porque yo puedo pensar que es lo mejor para mí, pero si mi base no es tan sólida, es más que todo un sueño, una idealización, algo que toda la vida he dicho y no está construida bajo cimientos vocacionales sólidos, yo puedo sentir que me he embarcado. Si yo no analizo por qué quiero esta carrera, por qué estoy tan empeñado en una profesión y no tengo lineamientos de una base sólida vocacional y solo es porque sí, porque es muy chiva, al rato no me puse a pensar que, por ejemplo, tiene muchas químicas y a mí me iba mal en química en el colegio, implica mucho compromiso y a mí me da pereza el compromiso, entonces, si se va a pensar en préstamos, se debe tener una solidez vocacional que pueda mover más fácil a la consecución de un objetivo”.
Y concluyó, en ese caso particular de alguien que desea con todas sus fuerzas estudiar cierta carrera: “Tengo que conocer mis realidades y mis posibilidades y sobre eso ver la posición de la familia o debo yo a título personal buscar el medio para poder ingresar a esa carrera que quiero”.