Todos sabemos que, demás de su delicioso sabor, la miel posee inigualables propiedades medicinales, sin embargo para conseguirlas es clave elegir el tipo correcto, puesto que la miel en su más pura expresión es lo mejor.
La miel cruda no tiene ningún tipo de filtro y está por encima de los 46° C, a diferencia de muchas de las variedades comerciales que encontramos en la mayoría de supermercados.
De hecho, la mayoría de los tipos comerciales se han procesado hasta el punto de que muchos de los antioxidantes nutrientes y enzimas beneficiosos han sido destruidos.
Para identificar las diferencias entre los dos tipos de mieles puedes tener presente los siguientes datos al momento de probar si es pura.
• La textura: Para empezar, a diferencia de otros tipos de miel, la pura es sólida. Una cucharada permanecerá intacta y no goteará ni se propagará fácilmente.
• El agua: La artificial se disuelve fácilmente en agua, mientras que la pura se agrupa y se ubica en la parte inferior de un vaso con agua.
• La prueba de vida útil: La pura se cristalizará tiempo después de haber sido comprada, la imitación seguirá luciendo como jarabe, incluso mucho tiempo después de ser abierta.
• Luz de fuego: Si se moja la punta de una cerilla en miel y luego se pone al fuego la miel natural se encenderá y la llama arderá en la miel. Sin embargo otros tipos de miel no se iluminarán debido a la humedad que contienen.
Para obtener el máximo provecho de este alimento beneficioso para tu salud trata de comprar en lo posible miel cruda -orgánica- en alguna tienda de productos naturales, en la feria del agricultor o en tiendas de alimentos especializados.
La miel cruda contiene muchas vitaminas y minerales esenciales. Se embala con las vitaminas B esenciales, incluyendo B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico) y B6 (piridoxina), los cuales funcionan como coenzimas que ayudan al cuerpo a absorber la energía de los alimentos.
Las vitaminas B también son importantes para el apetito normal, la buena visión, la piel sana y la función del sistema nervioso, así como la formación de glóbulos rojos.
La miel también es una buena fuente de vitamina C, que beneficia al organismo mediante la síntesis de colágeno (tejido conectivo que mantiene los músculos, los huesos y otros tejidos juntos).
Además contiene minerales como magnesio, potasio, calcio, cloruro de sodio, cobre, hierro, manganeso, azufre, zinc y fosfato, los cuales ayudan al metabolismo a equilibrar el agua y la salud ósea del cuerpo, entre otros beneficios.
BENEFICIOS DE LA MIEL PURA
– Excelente fuente de energía.
– Proporciona antioxidantes.
– Apoya las bifidobacterias.
– Trata las alergias y ayuda a fortalecer el sistema inmune.
– Retrasa el proceso de envejecimiento.
– Promueve el control del azúcar.
– Ayuda a eliminar la tos.
– Ayuda a reducir el colesterol alto.
– Sana las heridas.
– Previene el bajo recuento de glóbulos blancos.