Actualmente, cerca de 1,5 millones de personas cotizan para el Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), administrado por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Al alcanzar la edad para convertirse en ciudadanos de oro, podrán acceder a una pensión calculada con base en el promedio de las 300 cuotas más altas aportadas durante su vida laboral.
Anteriormente se tomaban en cuenta los 48 sueldos más altos de los últimos 60 meses cotizados, sin embargo, con la reforma que entró a regir en enero de 2024 se realizó de manera más equilibrada.
“Se calculará la pensión con los mejores 25 años de salarios cotizados en toda la vida laboral. Esta reforma establece que se tomen las 300 más altas, no las 300 antes del momento de pensionarse”, explicó la Caja.
Además existe un ajuste a la cuantía adicional para que después de 300 cuotas la persona reciba un 1% del salario promedio de referencia de cada año de cotización por encima de los 25 años laborados. En términos prácticos, una persona que cotizó 35 años con un ingreso promedio de ¢500.000 obtendrá un 52,5% por los mejores 25 años y un 10% por los 10 años adicionales, para un porcentaje total de pensión del 62,5%, es decir, aproximadamente ¢312.500.
“Toda esta población que inicia su vida laboral ya está empezando a entender la importancia del IVM, una pensión que cubra sus necesidades”, puntualizó Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la CCSS.Cabe resaltar que no importa qué tan alto sea el sueldo de un cotizante del IVM, su pensión no sobrepasará ¢1.666.062, ya que ese es el tope máximo tras las reformas que se han hecho para la sostenibilidad del régimen.