Si usted no sabe cuál es el pin de su tarjeta es mejor que acuda a la entidad emisora porque en 15 días algunos comercios empezarán a pedirlo para compras superiores a ¢30.000.
Carlos Melegatti, director del Sistema Nacional de Pagos, dijo que la fecha se mantiene para el 1 de mayo, sin embargo aclaró que se debe hacer todo el proceso de actualización de 190.000 datáfonos, lo que duraría un año.
El tema es que como se hará de manera paulatina puede ser que usted deba digitar el pin y al no saberlo pasará un mal momento.
“No solo el datáfono debe estar actualizado para solicitar el pin, esto es requerido también en las tarjetas que utilizamos. Este proceso de actualización de los plásticos la mayoría de las entidades lo inició masivamente desde el año pasado.
Este proceso de cambio potencialmente consumirá de tres a cuatro años cuando alcancen la fecha de vencimiento o haya que cambiarlas por daño, pérdida, robo o alguna otra causa”, explicó.
De acuerdo con datos del Banco Central de Costa Rica, de los casi 9 millones de tarjetas emitidas, cerca de 6,5 millones son de débito y 2,5 millones de crédito.
ES UN RETO EN TARJETAS DE CRÉDITO
Melegatti reconoció que conocer el pin de las tarjetas de crédito constituye un reto porque en las de débito hay mayor familiarización con el uso en cajeros automáticos.
“Solo en 2019 se realizaron 160 millones de operaciones en cajero automático, en donde los usuarios debimos digitar el pin de la tarjeta”, manifestó.
Para conocer el pin de sus tarjetas, ya sean de débito o de crédito, la recomendación es consultar en su entidad financiera sobre los canales electrónicos disponibles para conseguir esta información. Agregó que los tarjetahabientes podrán definir si desean un pin diferente por tarjeta o bien uno para todas y los bancos proveer estos canales electrónicos.
“Es una obligación establecida por la junta directiva del Banco Central a los emisores de tarjetas en el reglamento del sistema de tarjetas de pago vigente”, recordó.
COMERCIANTES REQUIEREN CAPACITACIÓN
Melegatti dijo que los establecimientos comerciales deben hacer un proceso de modernización que conlleva entrenar a sus dependientes para no solicitar, bajo ninguna circunstancia, la tarjeta a su cliente y mucho menos el pin.
“Esto se logra en parte ubicando el datáfono de cara al usuario, al alcance de su mano, para que este por sí mismo acerque su tarjeta sin contacto a la hora de realizar el pago, y si el monto de la compra sobrepasa los ¢30.000, que el cliente pueda digitar con facilidad el pin de su tarjeta para aprobar la transacción de pago”, acotó.
Bancos y cadenas comerciales vienen trabajando en esta preparación desde hace varios años, pero resta hacerlo realidad para el total de los comercios que reciben pagos con tarjetas.