Si de alguna forma se tuviese que describir la gestión del comercio internacional del Partido Acción Ciudadana (PAC), el proteccionismo ideológico sería la mejor manera para hacerlo. Primero erraron en el caso del arroz, luego el aguacate y, por si fuera poco, más recientemente el país se ha ganado la enemistad comercial de Brasil y Canadá por el caso del azúcar; además de Argentina, Uruguay y México por los otros dos casos.
Los gobiernos PAC han puesto las relaciones comerciales de Costa Rica en una situación compleja frente a otras naciones, escenario que no solo le podría terminar saliendo caro al Estado pero, también, arrastra a empresas y consumidores inocentes.
Por los tres productos Costa Rica ha tenido que responder ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), costeando onerosos arbitrajes internacionales, pagando retribuciones a sectores afectados y generando un aumento en el valor de distintos productos.
Entrando en la materia del caso del azúcar, el 19 de agosto, Costa Rica impuso una salvaguardia de un 27,68% sobre las importaciones de azúcar; lo cual se traduce en un impuesto arancelario de un total de 78,68%. Esto por decisión de la Ministra de Economía, Industria y Comercio, quien, en contra del criterio técnico de dicho ministerio, decidió aprobar dicha medida.
Ante esto, Brasil anunció que a partir del 17 de noviembre castigaría cuatro productos exportados por Costa Rica a su territorio, imponiendo el mismo arancel del 27,68%. En particular, los cuatro productos afectados y totalmente ajenos al conflicto por el azúcar serán: los extractos, esencias y concentrados de té; las sustancias de origen animal para la preparación de productos farmacéuticos; los condimentos en envases menores o iguales a 1 kg y los chocolates y preparaciones alimenticias que contengan cacao.
Por otro lado, Canadá, con quien tenemos un tratado de libre comercio, también anunció que buscaría como eliminar los beneficios arancelarios a los productos exportados por Costa Rica. Dentro de los posibles productos a ser sancionados se encuentran los dispositivos médicos, el azúcar, la piña, el café, los productos alimenticios congelados y aquellos principales productos que se exportan hacia territorio canadiense.
En el caso del azúcar aún estamos a tiempo de tener una solución negociada con Brasil y Canadá. Sin embargo, parece ser que la terquedad ideológica seguirá primando y terminaremos como con el arroz y el aguacate; defendiendo lo indefendible, ante el Mecanismo de Solución de Controversias de la OMC.
De perder ante Brasil y Canadá, estos países podrían aplicar las sanciones compensatorias, a fin de remediar el daño causado, afectando no solo al sector azucarero, sino que además podría ocasionar medidas contra otros bienes y productos exportados por Costa Rica; generando importantes pérdidas para el país y para el bolsillo de los costarricenses.
El comercio debe ser gestionado pensando en toda la población, en el bienestar de las mayorías, y no en los tintes ideológicos y los intereses de unos pocos. Es hora de quitar monopolios y superar aquellas barreras impuestas para defender sectores históricamente privilegiados.
*Analista en Gerencia y Políticas Comerciales