El cobro de la patente de licores tiene a muchos pequeños comerciantes en quiebra, ya que el costo de la misma aumentó desproporcionalmente, según aseguraron los afectados.
Tanto la Cámara de Patentados de Costa Rica, como la Cámara Nacional de Comerciantes Detallistas y Afines han realizando múltiples acciones legales tendientes a que se puedan reconsiderar los montos de cobro.
La nueva Ley de Regulación y Comercialización de Bebidas con Contenido Alcohólico está vigente desde agosto del 2012.
A partir de su publicación, las municipalidades tienen la obligación de cobrar por las patentes para la venta de bebidas alcohólicas, un monto que corresponde a un salario mínimo de un profesional 1 del Poder Judicial, de esta forma, algunos patentados pasaron de pagar ¢300 trimestrales por una licencia, a tener que desembolsar más de ¢360 mil por cada tres meses.
En este momento, la Sala Cuarta se encuentra resolviendo tres acciones de inconstitucionalidad en contra de esta normativa, mismas que se están agrupadas en el Expediente 12-011881-0007, mientras que otras 3 esperan ser admitidas en los próximos días.
Dichas acciones denuncian que el cobro de este momento es irrazonable y desproporcionado. Además aseguran que los antiguos patentados deben ser indemnizados por las municipalidades por sus derechos adquiridos.
LOBBY EN EL CONGRESO
Las organizaciones también están realizando algunas gestiones a nivel legislativo, para que los diputados modifiquen la forma en que deberá ser establecido este impuesto, de manera que sean más justos y apegados a la realidad que viven la mayoría de pequeños comerciantes del país.
Ana Teresa Vásquez, directora ejecutiva de la Cámara de Detallistas, calcula que cerca de 7 mil negocios medianos y pequeños están siendo afectados con esta medida, ya que la venta de licor es el gancho que muchas de estas utilizan para vender abarrotes, en donde el margen de ganancia es muy bajo.
El cobro de este rubro no se limita únicamente a las licoreras, ya que también las pulperías y otro tipo de establecimiento que se dediquen a la venta al detalle de bebidas alcohólicas deben pagar una patente especial para poder hacerlo, misma que es distinta a la que se le cobra a los establecimientos como bares y restaurantes, en donde se consume el producto en el lugar.
La directora también explicó que el monto del cobro de la patente se encuentra a discreción de cada municipio pero este no puede ser menor a un salario mínimo.