México (AFP). Decenas de comerciantes informales en el centro de Ciudad de México evaden el cierre de negocios que decretó la alcaldía ante una nueva crisis de contagios de covid-19, desesperados por evitar una Navidad de tristeza y hambre.
Julieta Muñoz, de 80 años, intenta vender alguna de las cuatromochilas que consiguió para ganarse un dinero antes de las fiestas, mientras evita que agentes municipales clausuren su negocio.
\\\”Tengo cuatro días que no vendo nada, absolutamente nada, ahí están mis mochilitas que traje hoy, es lo poquito que tengo, ahora sí no tengo para mis gastos, soy una persona sola, completamente sola\\\”, dice Muñoz.
Tradicionalmente, calles del corazón de la capital mexicana son abarrotadas por informales en vísperas de Navidad, época fuerte de ventas.
Sin embargo, autoridades capitalinas ordenaron cerrar negocios no esenciales ante el aumento de contagios y hospitalizaciones.
\\\”Tenemos que trabajar, aunque sea lo poco que podamos vender. Hay gente, pero no compran porque no tienen posibilidades\\\”, lamenta Muñoz.
Tras ella, un letrero pide utilizar mascarillas mientras otros vendedores ofrecen ropa y juguetes en puestos improvisados. Dos policías observan sin intervenir y se limitan a indicar a los transeúntes qué calles están cerradas.
Muchos se endeudaron para adquirir mercancía, sin embargo, las nuevas restricciones arruinaron sus planes.
\\\”Mucha gente está endrogada (endeudada), está preocupadísima porque les fían juguetes, chamarras, suéteres\\\”, dice Concepción Escandón, líder zonal de los comerciantes.
\\\”Se viene una Navidad triste, con hambre, una Navidad en la que la gente va a llorar porque no tiene para comer\\\”, agrega la mujer de 66 años.