Decenas de comentarios en redes sociales apuntan que comer huevos se ha convertido prácticamente en un lujo. Esto se debe a que el precio del cartón se ubica entre los ¢3.000 y ¢4.800.
Las personas externan que no comprenden cómo, si baja el precio del dólar y los combustibles, en este caso el huevo cada vez está más caro.
Algunos incluso se atreven a comparar el precio del huevo con el de la carne, debido a que para nadie es un secreto que se ha convertido en una proteína sustituta. La Cámara Nacional de Avicultores no está de acuerdo con esa afirmación.
Consultado sobre el tema, Luis Mesalles, gerente general la Yema Dorada y vicepresidente de la Cámara Nacional de Avicultores, explicó que todo se debe a un tema de oferta y demanda.
Sobre la baja en los costos de producción, señaló que los efectos de transferencia al consumidor no se dan de manera inmediata.
A manera de ejemplo, mencionó que durante el 2021 y primera mitad del 2022 el tipo de cambio iba para arriba, al igual que los precios de los combustibles y los granos, pero el del huevo bajaba.
“No tenemos claridad de cuándo aumentará la oferta de huevo y que bajará el precio. Pero si estoy seguro que sucederá en algún momento”, manifestó ante una pregunta de DIARIO EXTRA.
Parte de la explicación es que los costos de materia prima subieron, especialmente la soya y los granos. Esto impactó la producción porque no se pueden reponer los ciclos, es decir, reemplazar gallinas viejas por nuevas hace que baje la cantidad de huevos.
Los costarricenses consumen en promedio 225 huevos al año, aproximadamente 15 kilogramos por persona, lo que coloca al país por encima del promedio latinoamericano.
En Costa Rica existen más de 7.000 granjas inscritas ante el Servicio Nacional de Salud Animal, la mayoría de ellas se encuentra en Alajuela.