Con el fin de que 700 estudiantes no pasaran hambre, el personal del comedor de la Escuela Las Gravilias en Desamparados tuvo que ingeniárselas. Luego de las lluvias que evastaron al menos 70 viviendas alrededor de Gravilias, la escuela se vio afectada y se quedaron sin platos para darles de comer a los menores, pues quedaron llenos de barro.
Para solucionar el problema utilizaron platos desechables y lograron darles de comer a todos los chiquitos de la institución.
La docente Laura Molina explicó a los medios de comunicación los trabajos que realizaron para alimentar a los niños.
“Hemos tenido que realizar una desinfección bastante grande desde que se presentó el evento. Para la jornada de la mañana fueron atendidos 350 de 700 y se les dio en plato desechable, será hasta mañana (hoy) que coman en los platos que tenemos para ellos”, explicó la docente.
En algunas aulas, aún continúan las desinfecciones para que los pequeños retornen a los recintos. Los encargados del comedor tuvieron que dejar los platos en agua con jabón y cloro para sanitizarlos.