Una nueva erupción en el volcán Turrialba confirma que el coloso está más vivo que nunca, exponiendo sobre su cráter activo una columna de ceniza de aproximadamente 1 kilómetro, visible desde la campiña azucarera y varias comunidades del Valle Central.
Por casi 4 horas se mantuvo la erupción que pese a no ser tan grande como la de hace una semana, mantiene a la expectativa a los expertos en vilo para monitorear su evolución.
“Tenemos una sismicidad intensa desde ayer (martes) que se extendió durante la mañana de este miércoles y a eso de las 11 a.m. inicia un proceso eruptivo nuevamente con salida de ceniza durante más de 3 horas, que se elevó hasta 1 kilómetro de altura. Los cambios de vientos la ha llevado primero al sector oeste y posteriormente al suroeste, por lo que hay caída de ceniza en Cartago y Orosi, pero esto es parte de lo que hemos vivido en los días pasados pero más pequeños”, explicó Gino González, vulcanólogo.
De momento los pequeños movimientos de la tierra siguen indicando que podrían presentarse más erupciones, por lo que se mantendrá un monitoreo, así como estudio de las muestras del material expulsado por el macizo.
“Estamos en un ciclo eruptivo intenso con gran actividad fumarólica y de sismicidad y esto va seguir pasando en los próximos días, por el momento se va a mantener este patrón pero no hay que alarmarnos. Hay sismos muy pequeños que nos indican que el volcán va a seguir haciendo erupción, ahora lo importante es recoger la ceniza para analizarla en el laboratorio y estudiar cómo va evolucionando”, añadió González.
VOLCÁN SIGUE AVISANDO
El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) confirmó que las señales de sismos de baja frecuencia, que dieron paso a fluidos de alta presión a través de cavidades y grietas del coloso, fueron los elementos presentes previos al último evento de la naturaleza.
“El tremor armónico refleja movimiento de fluidos (gases-líquidos o inclusive magma). A pesar del cambio en la naturaleza del tremor, la pluma de gases, vapor, y cenizas mantiene una altura relativamente baja que no supera los 200-300 metros sobre la cima. La dispersión es hacia al suroeste. Hasta el momento, el lugar más lejano donde se reporta de caída de cenizas es San Gerardo de Irazú”, fue el último reporte anoche del Ovsicori.
VUELVE PERÍMETRO DE 5 KM
A raíz de las constantes erupciones, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) decidió restablecer el perímetro de seguridad a 5 kilómetros del cráter, poniendo nuevamente cierres en los accesos al Parque Nacional.
Poniendo como prioridad la protección de la población y del ganado de la zona, no abrirán las carreteras hasta que no cese la actividad.
“La CNE ha mantenido durante todo el día un monitoreo constante del comportamiento y evolución eruptiva del volcán, especialmente en lugares donde por la dirección de los vientos, es posible que caiga la ceniza. Se vigiló con mayor atención lugares como Coronado, Ipís, Moravia y Guadalupe.
A media tarde (3:00 p.m.) se comenzó a registrar una importante disminución en la amplitud del tremor volcánico, es decir esa sismicidad, que solamente se puede percibir a través de los equipos especializados. También comenzó a disminuir sustancialmente la emisión de ceniza, pero se mantienen una pluma de gas, vapor, aerosoles y un contenido bajo de ceniza con una altura que no supera los 200-300 metros sobre el cráter. La pluma se dirige hacia el oeste”, detalló la CNE.
Las autoridades mantienen la alerta amarilla que se decretó desde el 2014 para los cantones de Turrialba y Alvarado; verde para Cartago, Oreamuno y Jiménez. Asimismo un permanente contacto con el Comité Municipal de Turrialba y los organismos científico-técnicos.