Al cursar los primeros años de la primaria, el naranjeño Wilky Jiménez se convirtió en un pintor cotizado. Esto debido a que los dibujos que coloreaba sobre el folclore costarricense, así como de la ecología, llamaron la atención de propios y extraños. Posteriormente empezó a practicar técnicas destacadas como el óleo y la acuarela hasta convertirse en un artista experto y reconocido en las galerías de todo el país.
Jiménez abrió las puertas de su libro personal en esta comunidad alajuelense para narrarle a DIARIO EXTRA su historia. La misma empezó después de escuchar los consejos de su abuela, Evangelina Vega, cuanto apenas tenía 11 años. Pero el talento ya le recorría las venas. “Ella me decía que \”pintar el pasado es revivir los tiempos del presente\”, esa frase me quedó grabada y por eso me incliné por las temáticas folclóricas. Me gustaba mezclar los colores y crear las diferentes formas. Carretas, animales, de todo. Mi familia me pedía pinturas para adornar las paredes de sus casas y eso me motivó a seguir adelante y aprender más y más”, explicó conmocionado.
Indicó que esas primeras obras las guarda con recelo en un fólder, pero aseguró que el arte es su pasión desde que avanza en las páginas de su pasado. “Tengo algunos de esos trabajos guardados con sumo cariño. También porque participé en concursos en la escuela y el colegio y con ellos gané los primeros premios. Los profesores de Artes Plásticas me decían cómo perfeccionarme con la acuarela (por ejemplo) y paso a paso el talento me ayudó y me hace muy feliz”, manifestó.
Actualmente este pintor se especializa en óleo y mixta, las cuales consisten en mezclar los pigmentos a base de aceites para cubrir los trazos. De las manos del naranjeño salen yuntas de bueyes, casas de adobe, aves multicolores, animales del campo como los caballos pura sangre, paisajes, entre otros. “La pintura para mí es la mayor inspiración, es un idioma universal en el cual se expresa todo lo que el artista siente y se exterioriza en colores y formas. Uno mismo se descubre en cada trazo de color y dejando una huella importante en la cultura”, finalizó Jiménez.
El pintor ya suma 25 años de carrera y da a conocer sus cuadros en las ventas de souvenir de la zona. Recalcó que muchas fueron adquiridas por turistas de todo el mundo.