Luego de pasar los días más difíciles acostada en una cama de hospital, Yuli Cerdas, la niña que fue atacada por un cocodrilo cuando estaba con su familia, ha regresado a su casa, pero esta vez con una visión diferente.
La menor de 14 años, a quien hace pocos días le amputaron su pierna, vio de momento sus sueños oscuros, sin embargo rescata que “no existe un mal que por bien no venga”.
Su padre, Iván Sandoval, se mostró complacido porque su hija de nuevo podrá estar descansando en su casa, no obstante señala que es triste saber que ya no como lo hizo meses atrás.
“Es difícil luchar contra situaciones como esta, porque uno jamás lo espera, pero con la ayuda de Dios todo es posible”, comentó dentro de las pocas palabras que salieron de su boca.
Tal y como lo publicó DIARIO EXTRA, a la menor debieron amputarle su pierna derecha debido a infecciones provocadas por la mordida del animal, y aunque fue tratada durante varios días de forma intensa, los médicos que la atendieron decidieron que era la mejor opción, sino podrían verla infectada de las piernas para arriba.
UN POCO DE LUZ
En medio de alegría, tristeza y llanto por su salida del centro hospitalario, Yuli comentó que siente ahora otro tipo de semblante en su vida, y a pesar de que la invade la nostalgia por su extremidad, asegura que desea salir adelante.
“Yo quiero seguir mi vida normal, quiero estudiar porque he faltado casi más de dos meses al colegio y me gustaría regresar. Además, ver a mis amigos y a mis compañeros del cole porque los he extrañado muchísimo”, relató la joven.
Asimismo, indicó que espera que en el Ministerio de Educación Pública (MEP) le permitan seguir cursando este año.
Entre lágrimas y sonrisas, el padre de la menor comentó al periódico de más venta en Costa Rica que ya existe una donación para que su pequeña pueda caminar con normalidad, esto es posible a una pierna que será entregada en los próximos meses.
Las siguientes semanas serán de gran importancia para la familia de Yuli, pues esperan que su hija pueda ver las cosas con la misma alegría y entusiasmo con que afrontaba su vida antes del accidente.