Mientras el país enfrenta retos en temas de seguridad, economía y combate a la pobreza, el Gobierno y el Poder Legislativo siguen sin ponerse de acuerdo en una agenda de proyectos que permita enfrentar estos problemas.
Los datos que el Estado de la Nación presenta son claros, el gobierno de Rodrigo Chaves es el que menos iniciativas de ley ha impulsado y terminan en aprobación desde la primera administración de Óscar Arias en 1986.
En total, esta administración solo ha aprobado 11 proyectos, contra los 31 de la de Carlos Alvarado y muy lejos de los 66 que aprobó Miguel Ángel Rodríguez, el que más consiguió.
Otro dato que también demuestra el problema gubernamental es que en sesiones extraordinarias la Asamblea Legislativa solo llegó a aprobar 13 iniciativas.
Las extraordinarias son aquellas sesiones donde la agenda legislativa es dirigida por el Poder Ejecutivo.
Mario Cortés, de la Escuela de Ciencias Políticas, afirma que “es esperable que un cambio de gobierno tenga tan pocas iniciativas aprobadas porque se trata de superar esa curva de aprendizaje”.
ROCES Y RESELLOS
La situación entre el Ejecutivo y el Legislativo ha tenido una serie de roces desde el 8 de mayo.
Es importante hacer notar que este gobierno tiene la menor cantidad de diputados para una fracción oficialista con 9.
Empata con la bancada del Partido Acción Ciudadana de la administración Alvarado Quesada.
Además, esta es la tercera administración consecutiva que el partido de gobierno no tiene la mayor fracción legislativa.
“Estamos en un contexto de gobiernos divididos, que es un contexto que viene desde hace varias administraciones y significa que el Poder Ejecutivo no mantiene un control del Poder Legislativo”, explicó Cortés.
No obstante, en esta administración se ha visto una inusual cantidad de polémicas entre el Gobierno y el Legislativo.
El último choque se produjo 23 de noviembre, cuando el gobierno retiró tres proyectos para combatir la ola de inseguridad que enfrenta el país.
Aunque el Ejecutivo convocó los 26 proyectos que se discutían en sesiones ordinarias, quedó claro el enfrentamiento entre ambos poderes.
Otro tema que ha sido campo de batalla entre el Gobierno y la Asamblea es la aprobación de proyectos que no cuentan con el apoyo del Ejecutivo.
“Hemos asumido el compromiso de impulsar proyectos, aunque no sean autoría de la presente administración, porque consideramos que son positivos para el país”, afirma Natalia Díaz, ministra de la Presidencia.
El presidente Rodrigo Chaves ha usado su derecho al veto en el primer año de gobierno en cuatro ocasiones.
Es el cuarto mandatario que más vetos ha hecho en su primer año desde la fundación de la Segunda República.
Solo los 18 vetos de Luis Alberto Monge, los 10 de José María Figueres y los 14 de Mario Echandi superan los 4 de Chaves.
No obstante, de esos 4 vetos, la Asamblea le reselló 3 al gobierno. Esa cantidad de resellos no se veía desde 1959.
PRODUCCIÓN DE DECRETOS TAMBIÉN ES BAJA
Chaves es también el mandatario con menos decretos promulgados desde 1990 en el primer año de gestión con 357, esto son 463 menos que el gobierno de Figueres Olsen, el que más aprobó.
Al mismo tiempo que se aprueban menos proyectos y se promulgan menos decretos, contrariamente la cantidad de asuntos declarados con lugar pasó de 1.869 en el periodo 2021-2022 a 3.261 en el 2022-2023.
Esto muestra un proceso de judicialización de la política, según el Informe Estado de la Nación.
RELACIONES LEGISLATIVO-EJECUTIVO
La articulación entre ambos poderes es una tarea de la ministra de la Presidencia, Natalia Díaz. Ella se convierte en el pararrayos gubernamental de las críticas legislativas.
Alejandro Pacheco, jefe de bancada del Partido Unidad Social Cristiana, dijo que la ministra “ha tenido poca articulación con las fracciones para trabajar en los principales temas que necesita el país”.
A pesar de ello, reconoce que hay un cambio positivo en la forma de trabajo de la ministra.
El liberal Eli Feinzaig apunta a otro problema.
“La ministra hace un esfuerzo enorme para mantener una relación cordial con los diputados (…) pero ella tiene un trabajo dificilísimo porque el jefe de ella se encarga de estar dinamitando las relaciones y a ella le toca venir a reconstruir”, explicó.
Por su parte, la ministra Natalia Díaz afirma: “No ha habido una sola discusión clave en la que el Ministerio de la Presidencia no haya estado presente”.
SE EROSIONA CONFIANZA EN LA DEMOCRACIA
Mientras esto ocurre, fuera de los escenarios, la gente de a pie cada día cree menos en el sistema democrático.
Esto pasa por una no correlación entre las expectativas que tienen los ciudadanos y los resultados de todo el régimen.
Según datos del Informe Estado de la Nación, en 1983 un 87% de los costarricenses confiaba en que el régimen democrático podría resolver los problemas sociales.
Exactamente 40 años después solo el 65% de los ciudadanos cree lo mismo. Esto es una caída del 22%.
Es así como los costarricenses esperan que al ser las 12 medianoche del 31 de diciembre las relaciones entre Ejecutivo y Legislativo mejoren para enfrentar los problemas nacionales.