A pesar de que en 2012 se prohibió la venta de cigarrillos sueltos, mediante el expediente N.º 9028 denominado “Ley General de Control del Tabaco y sus efectos nocivos en la salud”, lo cierto es que la comercialización del producto bajo esta modalidad sigue siendo recurrente en el centro de San José.
Basta con caminar por la Avenida Segunda, pasar por el edificio de Correos o alrededor de la Catedral Metropolitana para escuchar “¡fume, fume!” o la frase “¡cigarros sueltos!” para evidenciar que se pueden conseguir fácilmente.
Hay disponibles de todo tipo, desde las marcas tradicionales en todas sus presentaciones, como “duros”, “suaves”, “mentolados” o “doble clic”, hasta los famosos y más baratos cigarrillos de contrabando.
Los cigarros ilegales pueden costarle ¢100 la unidad, mientras que las marcas reguladas rondan desde los ¢150 hasta los ¢300, dependiendo de la presentación.
Sin embargo, no es solamente un fenómeno que ocurre en las calles, en algunas pulperías del centro y otras zonas de la Gran Área Metropolitana (GAM) también pueden conseguirse los cigarros al menudeo o, incluso, la cajetilla de cigarrillos de contrabando, cuyo precio es cercano a los ¢1.000, esto significa que un fumador puede comprarla a la mitad del precio de las cajetillas de marcas reguladas, que valen entre ¢1.500 y ¢2.500.
Los compradores fácilmente pueden identificar las cajas de contrabando, no solo por sus nombres poco habituales o sus sabores más toscos, sino también porque los empaques no poseen los sellos de advertencia del Ministerio de Salud.
Los comerciantes que venden estos productos se exponen a una multa de ¢231.000, así como a otros correctivos, según la Ley N.º 9028.
“Además de las sanciones de multa indicadas, las municipalidades y el Ministerio de Salud podrán clausurar los locales que incumplan las obligaciones estipuladas en la presente Ley.
En los casos que se requiera renovar permisos o licencias ante esos entes o cualquier otra institución del Estado, deberán demostrar, mediante certificación debidamente emitida por el Ministerio de Salud, que se encuentran al día en el pago de las multas establecidas en el presente artículo”, dicta la norma.
CIGARRILLOS CON MADERA
Las autoridades sanitarias en varias ocasiones han reiterado que fumar estos productos puede causar un daño mayor, ya que carecen de regulación en el proceso de elaboración, por lo que pueden contener todo tipo de sustancias extrañas.
“Los cigarrillos de contrabando no cumplen con ningún estándar de calidad ni medidas de control en su proceso de fabricación. Estudios han encontrado que los cigarrillos ilegales pueden contener boñiga, huevos de insectos y trozos de madera”, detalla el Ministerio de Hacienda.
Sobre esto, en 2018 el Observatorio de Comercio Ilícito analizó muestras de las cajetillas que decomisa la Policía de Control Fiscal y determinó que en el 75% de los casos los cigarrillos contenían trozos de madera, algunos medían más de 1,5 cm.
Así mismo, conforme información oficial, el comercio ilícito de cigarrillos tiene su centro en Panamá, donde se recibe paquetes ilegales provenientes de países como India y China, que luego son reexportados al resto de las naciones centroamericanas.
URGE MÁS FISCALIZACIÓN
Actualmente, en la Asamblea Legislativa existen dos proyectos que buscan restringir aún más la comercialización de estos productos.
La ley de empaquetado neutro, la cual pretende que todas las cajetillas de cigarro estén forradas con colores y fuentes de texto neutras, además que no contengan ningún logo ni marca. Al igual que una iniciativa del diputado Gilbert Jiménez, que plantearía un cambio en el impuesto que encarecería el precio final del producto.
Ante esto, DIARIO EXTRA consultó al legislador qué otras medidas faltarían para frenar el consumo y la venta de estos productos de naturaleza ilegal, a lo que alegó que se debe buscar una mayor articulación y fiscalización de parte de Hacienda, al igual que de otras instancias encargadas de regular la comercialización de productos derivados del tabaco.
“Hay realmente un grupo organizado que es el que está introduciendo este producto, tenemos que tener realidades para que Hacienda, las municipalidades y toda la parte tributaria realicen realmente una mejor labor de fiscalización y puedan no solamente incautar todos estos productos ilícitos, sino también hacer operativos permanentes.
Yo creo que, si la primera vez le quitan a una pulpería el producto ilícito y después se lo hacen una segunda vez, ya a la tercera creo que lo va a pensar porque nunca va a demostrar que el producto ingresó mediante los mecanismos legales”, señaló Jiménez.
4 DE CADA 10 SON ILEGALES
Por otra parte, si se habla netamente de cuánto producto ilegal se está moviendo en estos momentos en el comercio nacional, los números reflejan que solo en los últimos tres años se comercializaron cerca de 105 millones de cajetillas de cigarros de contrabando.
De acuerdo con datos de la Cámara de Comercio, 4 de cada 10 cigarrillos que hay en el país son ilegales, lo que representaría una pérdida fiscal estimada en ¢110.000 millones desde 2021.
“En Costa Rica se venden al menos 22 marcas de cigarrillos ilegales, la mayoría de países como China o la India. Estas marcas se comercializan en supermercados y otros establecimientos comerciales a lo largo de todo el país e incluso se promocionan en las cajas del supermercado de forma equiparada a las marcas lícitas, a vista y paciencia tanto de las autoridades como de los consumidores”, externó la Cámara.
Por otra parte, la Red Nacional Antitabaco (Renata), de forma conjunta con la Universidad Nacional (UNA) y la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, presentó otro estudio sobre este mercado ilegal, en el cual se analizaron los hábitos de consumo de los fumadores de la GAM y evidenció que el 31,3% de los cigarrillos consumidos en esta zona es ilegal.
“Cartago presenta la penetración más alta (48,6%), seguido por San José (30,1%) y Alajuela (29,8%); mientras que Heredia reporta la cifra más baja de comercio ilícito con un 18,4%. El grupo de 36 a 64 años tiene el mayor porcentaje de consumo de cigarrillos ilícitos (36,5%), mientras que el grupo de 18 a 24 años tiene menor proporción (21,2%)”, revelaron.
Así mismo, el informe refleja que quienes poseen un nivel educativo bajo (educación secundaria incompleta o menos) presentan una mayor proporción de consumo de cigarrillos ilícitos, un 42,3%.
En Costa Rica mueren 1.274 personas al año por tabaquismo y, según la Encuesta Mundial sobre Tabaco en Adultos (GATS), el país no ha tenido una disminución significativa en el consumo, pues pasó de 9,1% en 2015 a 8,7% en 2022.
*Colaboró el periodista William Aguilar.
URGEN MEDIDAS
Nidya Amador
Red Nacional Antitabaco
“Aumentar los impuestos es la medida más costo-efectiva para reducir el consumo de tabaco y se han divulgado estudios que sobrestiman la penetración del comercio ilícito con el fin de oponerse al aumento de impuestos”.
Gilbert Jiménez
Diputado
“El contrabando que tenemos es más de un 31%, no es cierto lo que dicen las tabacaleras de estas cifras ni que supuestamente aumentar el precio aumentaría el contrabando. Lo que necesitamos es mano dura de las entidades fiscalizadoras”.
Jorge Solano
Investigador UNA
“Todavía no existen los suficientes controles en aduanas ni la trazabilidad del producto, tampoco hay normas de etiquetado ni políticas que realmente provoquen un golpe certero al comercio de cigarrillos ilícitos”.