El desorden en la administración por parte del Ministerio de Educación Pública (MEP) y la Municipalidad de Pococí sobre el polideportivo de este cantón, provocó el cierre definitivo de dicha instalación desde hace un mes, lo que genera que los deportistas de la zona y vecinos no puedan hacer uso del recinto.
En el año 2000 se terminó la construcción de dichas instalaciones para los Juegos Nacionales de ese año, pero nunca se firmó un traspaso formal hacia la Municipalidad, por lo que el inmueble quedó a cargo del Colegio Técnico Profesional (CTP) de Pococí.
Es por esta razón que el Concejo Municipal, el colegio y el Comité Cantonal de Deportes llegaron a un acuerdo para formar una junta con un representante de cada uno de ellos y administrarlo.
“Nosotros formamos una junta para darle un manejo más correcto al polideportivo, porque el Colegio no podía hacerse cargo solo, pero esta junta no tiene un cuerpo jurídico formal, es solo un acuerdo entre las partes”, comentó a DIARIO EXTRA, Yohan Valerio, presidente del Comité Cantonal de Deportes de Pococí.
Sin embargo, hace poco más de siete meses, el recinto empezó a generar menos ingresos, por lo que la Junta Administrativa (encargada oficial de las instalaciones) empezó a barajar opciones para traspasar el control definitivo a la Municipalidad.
Dicho acuerdo nunca se formalizó, por lo que el mantenimiento del polideportivo vino en declive.
CIERRE
El asunto se hizo insostenible, hasta que hace un mes se dio el cierre definitivo de las instalaciones por parte de los administradores.
Los deportistas que asistieron a los pasados Juegos Nacionales han sufrido las consecuencias, debido a que no pueden usar las piscinas, pista de carreras, cancha de fútbol y demás instalaciones.
Al igual que los atletas, también se ha visto afectada toda la comunidad que acostumbraba a hacer uso cotidiano del recinto, tanto para entrenar, como para buscar un espacio de esparcimiento o realizar actividades recreativas.
El problema no acabó ahí. La Junta Administrativa del centro educativo fue destituida hace 15 días por órdenes del MEP. Así lo indicó Valerio, según mencionó por diversas causantes las cuales no detalló.
Por lo tanto, las negociaciones para traspasar el inmueble al ayuntamiento se tuvieron que suspender, pues la Junta que tomaba decisiones no está a cargo ahora.
“Desde hace un tiempo se intenta negociar con la Junta del colegio, pero no se llega a un acuerdo por una cuestión de tiempos de administración, mientras ese acuerdo no se dé, la Municipalidad no puede hacer nada. Ahora estamos esperando que vuelvan a nombrar una nueva Junta para empezar a negociar con ellos”, agregó Valerio.
PROTESTAS
En esta tormenta hay muchos damnificados, entre ellos tres funcionarios del Polideportivo que hace tres meses no reciben su salario pese a que siguen contratados en sus puestos.
Miguel Obregón, vigilante del lugar, a modo de protesta se encadenó al portón de ingreso al recinto desde la noche del miércoles.
Obregón ya había hecho esto hace 22 días, pero le prometieron arreglar la situación lo más antes posible, al ver que no hubo respuesta volvió a tomar cartas en el asunto.
“Desde hace tres meses y medio que no me pagan a mí y otros dos compañeros. Me pagaban ₡200 mil por quincena, con lo que sacaban del alquiler de las piscinas. Ya hace un mes que cerraron por completo el Polideportivo y obvio menos que entra dinero”, manifestó Obregón.
La alcaldesa de Pococí, Elibeth Venegas, dijo que ya habían hecho todo lo posible por explicarle la situación a Obregón, pero él quiere seguir ahí hasta que le cancelen lo que le deben.
“El señor Valerio y yo hemos intentado explicarle al señor Miguel que hay cosas que se escapan de nuestras manos y mientras la negociación con la Junta Administrativa no llegue a buen puerto, no podemos resolver su situación”, concluyó Venegas.
Franklin Rojas es otro de los funcionarios a los que se le debe dinero y él mismo confirma la versión de su compañero. Dice que aún asisten a trabajar, aunque no les paguen, para que no se les acuse de abandono laboral, además, asegura que por día entran, al menos, 300 personas a usar las instalaciones y que debido a este cierre ya no pueden ingresar para hacer su actividad física.