Dentro de toda la cantidad de emociones que se generaron por este juego entre las selecciones de Costa Rica y Estados Unidos, aparece una más.
Resulta que en horas previas al cotejo el portero costarricense Keylor Navas sacó un regalo que dejó con la boca abierta a todos los integrantes de la delegación.
Abrió su maletín y mostró nada más y nada menos que una camiseta original del Paris Saint Germain (PSG), donde él milita en el fútbol de Francia. Pero esta, además de ser original traía otro premio, la firma del mismísimo Lionel Messi, junto a la de otras estrellas del PSG.
La propuesta era que quien la quisiera debía dejarse rapar, entonces el joven Jewison Bennette ni lerdo ni perezoso levantó la mano y aceptó el reto. Le pasaron la máquina y fue por eso que al final recibió lo prometido: esa chema de lujo.
La historia la contó Bennette al final del encuentro ante los norteamericanos. Ahí mismo, en zona mixta, mostró la camiseta y dio su versión de lo sucedido.
Al cierre resumió que “al final el pelo crece, pero la camisa se queda”, dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Demasiada alegría junta, primero el juegazo que tuvieron los chiquillos y después con ese premio que muy pocos se pueden dar el lujo de tener.
Jewison es uno de los futbolistas que durante la era de Luis Fernando Suárez tuvieron la bendición del colombiano. Su idea era llevarlo a la Copa Oro, pero cuando lo vio entrenando en el Proyecto Goal ya no pudo incluirlo en la lista final, pues ya se la habían enviado.
Fue hasta después que Jewison tuvo oportunidad y desde ahí se convirtió en uno de los consentidos de Suárez.