Doña Flor tiene 66 años y padece de cataratas desde hace casi 5, pero que aún está a la espera de una cirugía para corregir esta condición que le afecta en su día a día.
Esta vecina de Sarchí acudió a principios de 2019 al Hospital San Rafael Arcángel, de Alajuela, para solicitar una operación de cataratas en ese centro médico, donde le dijeron que tenía que esperar hasta 2023 por una cita. Como su problema estaba bastante avanzado, ya que desde su ojo derecho no ve nada y en el izquierdo empezaba a perder visibilidad, junto a sus hijas decidieron poner un recurso de amparo contra el centro médico.
Este recurso fue presentado el 28 de octubre de 2019, el cual, por tratarse de un tema médico de urgencia, fue tramitado como una prioridad en la corte.
En la resolución N.º 2019022988 de la Sala Constitucional se ordenó que la adulta mayor debía ser valorada para que posteriormente fuese llevada al quirófano para su procedimiento.
“Se declara con lugar el recurso sin especial condenatoria en costas, daños y perjuicios. Se ordena a Francisco Pérez Gutiérrez y a Manuel Montero Vindas, por su orden director general y jefe del Servicio de Cirugía, ambos del Hospital San Rafael de Alajuela, o a quienes ocupen esos cargos, que de manera inmediata dispongan lo necesario para que el 6 de diciembre de 2019, plazo indicado en el informe rendido ante esta Sala, se valore a la amparada en el Servicio de Cirugía de la Especialidad de Oftalmología.
Se advierte a los recurridos que, de conformidad con lo establecido por el artículo 71 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional, se impondrá prisión de tres meses a dos años o de veinte a sesenta días multa, a quien recibiere una orden que deba cumplir o hacer cumplir, dictada dentro de un recurso de amparo y no la cumpliere o no la hiciere cumplir, siempre que el delito no esté más gravemente penado”, menciona el fallo de la Sala.
Sin embargo, desde entonces doña Flor sigue a la espera de la llamada en la que le confirmen que su operación ya está agendada.
PREOCUPADA POR SU HIJA
La preocupación por su estado no es la única con la que vive esta adulta mayor, ya que tiene una hija de 49 años que está en condición de discapacidad, la cual depende de la ayuda de su madre para vivir.La ansiedad se apodera de doña Flor porque siente que, si pierde por completo la vista, su hija con parálisis no tendrá quién se haga cargo de las necesidades de ella ni las de su progenitora.DIARIO EXTRA envió un equipo hasta la vivienda de esta señora para conocer su situación, pero por lo afectada que se siente por su condición, sus palabras ante este medio fueron pocas.
“Estoy esperando, pero nada, fui al hospital, pero me dijeron que estaba en espera. Esto es muy difícil porque casi no puedo salir porque no veo bien, me da mucho miedo caerme. En el hospital solo me dicen que me espere, que ya casi me llaman, pero no me han llamado ni a la charla previa. Yo tengo una hija con discapacidad, yo le tengo que ayudar a ella, pero a como estoy no puedo, por mi situación es muy difícil, yo me siento incomoda con ella porque no puedo darle lo que ella necesita como antes”, mencionó entre sollozos la afectada.
Doña Flor señala que en el centro médico le dijeron que su procedimiento se suspendió por la llegada de la pandemia y la eliminación de las citas que no fueran de emergencia.
Sin embargo, con el regreso a la atención de otras afecciones en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) volvió también la esperanza de ser operada, pero esa opción parece lejana. Una de las hijas de doña Flor envió una carta dirigida al director del Hospital San Rafael, sin embargo, menciona que la respuesta que recibió es que el caso está en estudio de verificación de que exista el recurso que ponía la cirugía como una prioridad.
El Diario del Pueblo trató de conocer la versión de la CCSS, pero no hubo respuesta a las consultas. También llamamos al centro médico, donde indicaron que el director estaba fuera de la oficina hasta después de Semana Santa.