La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) reporta un aumento de consultas y hospitalizaciones a causa del estrés, lo cual, según las estadísticas, golpea más a mujeres entre los 20 y 44 años.
Según las estadísticas, en lo que va del año la institución ha atendido a 46.016 personas por estrés, lo que supondría que ha brindado consulta a casi 2.000 personas por semana.
En 2022 atendió a 88.953 personas por estrés, mientras que en 2023 a 102.581, lo que se traduce en un aumento de 14.000 casos por este padecimiento.
El estrés, además de afectar la calidad de vida, también puede derivar en otros padecimientos más graves, como ansiedad y depresión.
Asimismo, este tipo de enfermedades pueden llegar a impactar la salud mental de las personas, llevándolas incluso a ser internadas.
HOSPITALIZACIONES
En 2022 la Red Integrada de Servicios de Salud de la CCSS registró 1.073 egresos hospitalarios, mientras que en 2023 la cifra aumentó a 1.207 y este año se registran 557.
Sara Cubillo, psicóloga clínica de la CCSS, explicó que el estrés aparece en cualquier etapa de la vida, tanto los niños como los adolescentes y los adultos pueden enfrentar cuadros agudos.
Por ello se deben identificar los síntomas para acudir con un profesional de la salud mental, estas señales pueden ser tanto físicas como psicológicas.
“Entre los síntomas físicos pueden estar la aparición de enfermedades que llamamos de tipo nerviosas o enfermedades que nacen de forma inesperada, como por ejemplo una sensación de inseguridad o de que no se podrá enfrentar las cosas de la vida, lo que puede provocar incluso malestares como dolores de cabeza, dolores de estómago, diarreas, estreñimiento o dificultad para dormir.
Sobre los síntomas psicológicos encontramos una amplia gama, entre ellos podríamos hablar de problemas a nivel conductual, problemas afectivos y también problemas en la forma de pensar. Es importante identificarlos a tiempo para que no se nos haga una enfermedad como tal y poder controlarlos de una forma más sana y adecuada”, explicó.
El estrés puede provocar incluso la imposibilidad de ejecutar hábitos cotidianos relacionados con la higiene personal.
¿POR QUÉ HAY MÁS MUJERES?
Datos del Área de Estadística de la CCSS revelan que de los 14.000 casos que aumentaron para 2022, más de 11.000 corresponden a mujeres y factores biológicos serían la principal causa de esta diferencia.
De acuerdo con Cubillo, cambios hormonales relacionados con el ciclo menstrual, embarazo y menopausia inciden en el aumento de casos de estrés. Además asuntos psicológicos, sociales y ambientales, como la violencia y la discriminación o desigualdad de género, también pueden disparar estas crisis.
“Los múltiples roles que asumen las mujeres afectan y repercuten en los estilos de afrontamiento y expectativas sociales, donde pueden sentir más presión para cumplir exitosamente los roles en el trabajo, la familia, el cuidado de otros, que sin duda pueden incrementar los niveles de estrés”, agregó.
Además estudios hechos por la investigadora Debra Bangasser demuestran que las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar síntomas de estrés.
Esto provoca que tengan mayor propensión a experimentar depresión y ansiedad en comparación con los hombres.
“Los expertos no saben con seguridad el motivo de las diferencias, pero podría deberse a la manera en que el cuerpo de los hombres y las mujeres procesa las hormonas del estrés. Es muy probable que el estrés a largo plazo genere problemas de humor y ansiedad en las mujeres”, explica Bangasser.
MÁS MENORES CON ESTRÉS
En los últimos dos años se registraron más de 25.069 atenciones de trastornos por estrés en la población de 1 a 14 años, cuyos síntomas de estrés se pueden observar ante situaciones donde sus necesidades básicas no se satisfacen, por ejemplo, alimentación, seguridad, higiene y salud, entre otras.
“En niños y adolescentes podemos identificar síntomas de aparición reciente que antes no se presentaban en la persona que normalmente conocemos, entonces podríamos ver cambios frecuentes de conducta que sean de tipo repentino y que estén asociados con la dificultad para dormir o dificultad para comer, o sea, conductas de tipo regresiva”, explicó la experta.
Problemas escolares, con amigos o en el entorno familiar pueden disparar este tipo de crisis en los menores. Uno de ellos fue el confinamiento y posterior entrada a clases tras el parón que generó la pandemia por Covid-19.
Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que los trastornos mentales asociados al estrés, que pueden derivar en problemas mayores como la ansiedad, aumentaron drásticamente tras la pandemia.
Por ejemplo, dicho organismo indica que solo en 2020, el primer año de confinamiento, estas enfermedades aumentaron más del 25% y Costa Rica no fue la excepción.
HOMBRES NO ACUDEN A EXPERTOS
Según datos de la Encuesta Actualidades 2023, de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR), solo 1 de cada 5 hombres consideró buscar ayuda profesional por inquietudes de salud mental en el último año.
“Esta resistencia evidencia que a los hombres les cuesta más pedir y aceptar ayuda, así como gestionar sus emociones y enfrentar problemas y conflictos diarios.
Gran parte de esta dificultad proviene de los mandatos sociales que los hombres llevan consigo en una sociedad patriarcal que enfatiza la masculinidad hegemónica en el papel de ser proveedor, protector, padre, autosuficiente y potente, entre otros, que finalmente se constituyen en factores de riesgo para la vida del hombre”, explicó Waynner Guillén, profesor de Psicología de la Universidad Fidélitas.