Un total de 11.000 personas vulnerables ya sea por su condición de pobreza, por tratarse de adultos mayores no cotizantes o porque tengan parálisis cerebral profunda, serán beneficiadas este año con una jubilación del Régimen No Contributivo (RNC).
Así lo confirmó la Gerencia de Pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) a Diario Extra y agregó que estas se dividirán en dos grupos: 5.000 nuevas, según las políticas del Plan Nacional de Desarrollo, y las otras 6.000 corresponden a una estimación de los subsidios que quedarán cancelados debido al fallecimiento de los beneficiarios.
No obstante, según detalló Jaime Barrantes, gerente de Pensiones de la Caja, todavía existiría un pendiente de 32.000 solicitantes que siguen esperando una de estas remuneraciones.
Pese a los objetivos que mantiene la CCSS en el otorgamiento de nuevas ayudas mediante el RNC, desde hace un año el fondo tiene riesgos de quedarse sin capital, lo cual implicaría cerrarlo y no continuar con el respaldo a esta población.
Aunque, en caso de no tener recursos, la institución prevé más bien sacrificar los aguinaldos en dicho régimen para seguir brindando dinero a nuevos beneficiarios.
Buscan más dinero
Estos dineros son administrados por la CCSS, sin embargo, provienen del Ministerio de Trabajo a través del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf).
Según detalló la cartera, se mantienen buscando más para que la Caja haga frente a todas las obligaciones con los beneficiados. En 2023, el presupuesto registró un incremento del 6%, mientras que en 2024 el crecimiento alcanzó el 12%.
“Año con año, nos abocamos a la búsqueda e implementación de estrategias orientadas a hacer más eficientes los recursos y que estos lleguen a las personas que más lo necesiten, en el momento oportuno”, externó Andrés Romero, jerarca de Trabajo.
En febrero de 2024, dicha Gerencia de la Caja reveló ante la junta directiva de la institución un déficit de ¢8.147 millones para el RNC, es decir, el faltante aumentó cerca de ¢2.400 millones en solo 12 meses.
Barrantes en aquella oportunidad dijo que se tenía que negociar con el Fondo de Desarrollo para garantizar fondos y pagar los subsidios lo que restaba del año. Sin embargo, descartó que los problemas de liquidez se deban a atrasos de pagos, sino que la cantidad de dinero que da Fodesaf no está alcanzando para el número de jubilaciones que deben otorgar.