Una tímida vuelta al trabajo y un nuevo descenso en el balance diario de muertos en España dieron este lunes un poco de esperanza sobre la utilidad de las medidas de contención contra el coronavirus, que continúa de todo modos con su avance a nivel mundal.
La epidemia ha provocado la muerte a más de 112.500 personas y ha contagiado 1,8 millones en todo el planeta.
Estados Unidos es el país más golpeado con más de 22.020 muertes y 555.000 casos confirmados, mientras Europa, el continente más afectado, orilla los 80.000 muertos y se acerca al millón de contagios.
España, tercer país más castigado por la pandemia, registró en las últimas 24 horas 517 fallecidos, informó el lunes el Ministerio de Sanidad, con lo que suma ya 17.489 muertos por la COVID-19. Además de una caída en el número de decesos, también se observó un descenso del número de contagios diarios, el más bajo desde el 20 de marzo, y cuya total se sitúa en 169.496.
Luego de una paralización de dos semanas, este lunes se reanudaron actividades en sectores no esenciales de la economía, principalmente en la construcción y la industria, pese a que sigue vigente el confinamiento de los 47 millones de españoles y el gobierno pide mantener las medidas de distanciamiento social.
Ante el temor de un repunte en los contagios, el gobierno anunció que distribuiría 10 millones de máscaras a las personas obligadas a tomar el transporte público para regresar al trabajo.
El reparto \”les viene bien a algunas (personas) porque en las farmacias no venden, porque no hay, y algunas van sin protección y es un peligro para la demás gente\”, declaró a la AFP en la madrileña estación de Atocha Blanca Cisneros, empleada de una residencia de ancianos.
De todas maneras, en Atocha no se observaban muchos usuarios. El Metro de Madrid anunció que en la mañana del lunes se registró un 34% más de viajeros que hace una semana, pero 86% menos que el mismo lunes hace un año.
En cambio, la vuelta al trabajo sigue estando fuera del orden del día en otros países, como Italia o Francia, pese a que también se esté observando una tendencia a la baja en el número diario de fallecidos.
Italia anunció el domingo su día menos letal en más de tres semanas, con 431 muertos en 24 horas para contar casi 20.000 muertos en total. Desde el 19 de marzo, la cifra diaria había superado sistemáticamente los 500 muertos.
Francia también observa \”una caída muy leve\” en el número de pacientes en cuidados intensivos por cuarto día consecutivo, así como en el número de muertes en un día en el hospital, con 310 decesos en comparación con 345 el día anterior, para un total de 14.393 muertos.
El presidente, Emmanuel Macron, que debe dirigirse a los franceses el lunes, planea extender el encierro al menos hasta el 10 de mayo.
Por su parte, el Reino Unido también registró una leve baja en el número de decesos diarios este lunes, notificando 717 fallecidos, con lo que ya suman 11.329 los decesos causados por la COVID-19.
En Alemania, no obstante, donde la COVID-19 había causado hasta este lunes 2.799 fallecidos y el ritmo de contagios parece haberse frenado, se respiraba un ambiente distinto.
Los científicos que asesoran al gobierno de Angela Merkel recomendaron una vuelta a la normalidad \”por etapas\” si se confirma que las cifras de contagios \”se estabilizan a un nivel bajo\” y si \”se mantienen las medidas de higiene\”.
– \”Solo una estabilización\” –
Al otro lado del Atlántico, la difusión de la pandemia prosigue en Estados Unidos, donde se registraron 1.514 decesos más en 24 horas, una cifra en declive por segundo día consecutivo.
Se trata de una señal alentadora que llevó al experto principal de la Casa Blanca, Anthony Fauci, a admitir que la economía de Estados Unidos podría reiniciarse gradualmente en mayo.
Sin embargo, Andrew Cuomo, gobernador del estado de Nueva York, el epicentro de la enfermedad en territorio estadounidense con más de 9.000 muertes, emitió una advertencia: \”No vemos una caída significativa, es solo una estabilización\”.
El saldo de la epidemia podría ser terrible en los países más pobres, como se tornó patente en la capital económica de Ecuador, Guayaquil, donde se han recolectado casi 800 cadáveres en residencias privadas, después que la propagación del coronavirus colapsó los servicios hospitalarios y funerarios.
Además, en el plano económico, Ecuador sufrirá una contracción del 4% de su PIB a causa de la epidemia y de la bajada de los precios del petróleo, advirtió el domingo su ministro de Economía, Richard Martínez.
Más al sur, para hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia, Argentina está preparando un impuesto para las grandes fortunas.
– Extensión de las medidas preventivas –
El avance de la pandemia llevó a países de todo el mundo a ordenar medidas de confinamiento sin precedentes, que los gobiernos van prolongando o adaptando en función de las previsiones de los expertos.
Así, El Salvador decidió el domingo prorrogar 4 días el estado de Emergencia, mientras que Guatemala fue más allá y extendió una semana el toque de queda parcial decretado para frenar la propagación de la pandemia.
En México, ante una eventual congestión de los hospitales, el gobierno alcanzó un acuerdo con el sector privado, que puso a disposición del sistema público de salud la mitad de su capacidad, 3.300 camas.
En el aspecto económico, el grupo de países exportadores de petróleo y sus principales asociados anunciaron en la noche del domingo un acuerdo para reducir la producción de crudo en 9,7 millones de barriles al día a partir del 1 de mayo por un período de dos meses, para recuperar los precios internacionales, que se desplomaron al inicio de la pandemia.