Realmente es muy estresante llegar a casa tarde después de un día trabajo y encontrarla sucia y desordenada, ya que esto genera aún más agotamiento y cambios de humor intermitentes que suelen afectar las buenas relaciones de quienes conviven. Sin embargo, aunque la pereza, la falta de tiempo o la dejadez son las principales razones por las que se posponen las tareas del hogar, también existe una relación directa entre el estado de ánimo de una persona y el desorden en su casa:
*Desorden nuevo: se refiere al desorden de cosas que se han usado recientemente y no se han devuelto a su sitio (ropa, juguetes, zapatos, etc…). Según un estudio, significa “no estar enfocado en lo que realmente se debe hacer y tratar de realizar demasiadas cosas a la vez”, por lo que se aconseja “organizar de forma inmediata este tipo de desorden, pues eso te ayudará a centrarse y ser efectivo en la vida diaria”.
*Desorden antiguo: objetos que se acumulan por desuso desde hace tiempo y se encuentran amontonados en el ático, garaje, armarios, papeles y revistas o ropa que ya no se usa. Debes tomar en cuenta que las “emociones pasadas tienen mucha fuerza en el presente”.
Así que para evitar el desorden en casa y sus repercusiones en la vida diaria: Deseche de inmediato los objetos más grandes en desuso. Recoja todas las revistas, catálogos o periódicos en una bolsa o similar. Saque del armario mínimo 10 prendas que no se hayan usado en el último año. Despeje las mesas (escritorio, de la cocina, del comedor, etc…). Devuelva todo aquello que le hayan prestado y no use.