Washington, Estados Unidos. (AFP) – La administración de Donald Trump se enfrentó con gobernadores estatales por un eventual levantamiento de las medidas de encierro en Estados Unidos, discusión que se ha vuelto áspera por el aliento explícito del presidente a las protestas contra las restricciones.
El vicepresidente Mike Pence dijo que todos los estados tienen la capacidad de realizar la cantidad necesaria de análisis de COVID-19 como para permitir una reapertura preliminar de la economía y reanudar parcialmente la vida normal en el país.
Sin embargo, gobernadores de varios estados dijeron que su capacidad de testeo está muy por debajo de los niveles requeridos para evitar nuevos brotes. En Estados Unidos se llevan registrados hasta ahora 735.000 casos, cifra que lo coloca como el país con más infecciones del mundo, y se han contabilizado 39 mil muertos a causa de la pandemia.
“Una vez que activemos a todos los laboratorios que pueden realizar tests de coronavirus (será) suficiente para que cualquier estado de Estados Unidos se mueva a la fase uno”, dijo Pence a la cadena Fox News.
La “fase uno” contempla el fin del confinamiento para las personas saludables, y permite que restaurantes, cines, estadios, espacios de culto religioso y gimnasios abran sus puertas respetando el distanciamiento social.
El gobernador de Virginia, Ralph Northam, dijo por su parte que las afirmaciones del gobierno sobre la cantidad de tests disponibles es “solo una ilusión”.