Es satisfactorio que hayan tomado en cuenta, para el financiamiento de la carretera a San Ramón, parte de las propuestas planteadas en el artículo “carretera a San Ramón”, publicado en la sección de opinión del Diario Extra el 24 de abril de este año. Sin embargo, se hace necesario reflexionar lo siguiente.
Para financiar la carretera no es conveniente tomar el dinero directamente de una de las instituciones nacionales (INS), pues esto vendría a debilitar dicha institución.
Lo ideal sería montar un fideicomiso con el INS y los Bancos Nacionales para el financiamiento total de la carretera, contando así con el respaldo y renombre de estas instituciones, pero sin debilitar su capital.
Una vez concluida la carretera, siendo que ya no existiría riesgo económico alguno, el fideicomiso podría pagarse con dinero del Fondo de Pensiones.
Logrando así que dicho fondo aumente su capital, que actualmente reporta una rentabilidad muy baja.
Es necesario destacar el aporte que brindan las instituciones nacionales como La Banca estatal, INS, ICE, los cuales están en todo el territorio nacional, mientras que los bancos privados, por ejemplo, sólo están en las ciudades que ya tienen riqueza propia, sin hacer el sacrificio de contribuir al desarrollo del país en lugares lejanos como Los Chiles, Upala, Guatuso, Buenos Aires, etc.
Recientemente en la reunión de presidentes centroamericanos (CICA) se reportó que Centroamérica tiene una cobertura eléctrica de un poco más del 60%, mientras que en Costa Rica la distribución es de más del 95%. Eso se lo debemos al ICE, a cooperativas, empresas de servicios como: ESPH, JASEC, Coopelesca, etc.
Es conveniente que los costarricenses defendamos estas instituciones que pueden brindar un desarrollo solidario y un apoyo financiero para verdadero desarrollo del país.
Por último queda instar a que en la construcción de la carretera participe el mayor número de empresarios costarricenses posible, pues de esa manera las utilidades de la construcción quedarían en el país. Todo esto bajo la dirección del MOPT, y con la supervisión de los laboratorios de la Universidad de Costa Rica y/o del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos.
Cabe destacar que esto es total y absolutamente factible, y para llevarlo a cabo solamente es necesaria la “decisión política”.
Como decía don Pepe, las cosas sólo se hacen haciéndolas.