Un hombre que se encontraba caminando en vía pública salvó a una mujer y su bebé de un año de edad de ser atropelladas por un taxi que al parecer conducía a alta velocidad por las calles de San Rafael de Oreamuno en Cartago y hasta se subió a la acera.
El ángel guardián se llama Esteban Campos, carnicero de la localidad. Este hecho se dio a las 11 a.m., cuando el masculino se encontraba pasando la calle frente a la carnicería donde trabaja con el fin recoger una encomienda, pero en ese momento se percató de que un vehículo se dirigía hacia la acera frente a él, en el preciso punto se encontraba una mujer con su bebé que se disponía a darle un paquete a quien se convirtió en su salvador.
El auto que venía a toda velocidad no parecía desacelerar ni tampoco se sostenía con una conducción estable. Al percatarse de esto, en cuestión de segundos Campos corrió hacia ellas, tomó a la bebé y agarró a la mujer del brazo, empujándolas para apartarlas del camino. Con esto, y jugándose su propia integridad física, por cuestión de centímetros logró que el taxi les pasara de lado.
Finalmente, el vehículo se subió a la acera y quedó atorado en la esquina, entre los caños.
De acuerdo con la mujer, llamada Gabriela Quirós, ella había quedado con Campos para entregarle un paquete, pero no se había percatado de que el taxi se acercaba tan rápido y de forma errática sobre ellas.
“Él estuvo listo con sus reflejos, levantó a la bebé y a mí me abrazó y me corrió. Fuiste un ángel, Esteban”, detalló Quirós.
Según Fernando Vargas, jefe del héroe y propietario de la Carnicería San Rafael, “fue un ángel puesto en ese momento. Rápidamente, él pudo quitar a la mujer y a la niña”, añadió el hombre mostrando gran orgullo de su empleado.
La versión que se manejó en la escena indica que en apariencia el descontrol por parte del taxista se debió a que venía bajo los efectos del licor, impactó con un vehículo liviano color plateado y perdió el control del vehículo, derrapando en dirección hacia la mujer y la niña.