Tras salir de una reunión en la escuela en que labora como profesora, una mujer identificada por las autoridades como Leidy Sirias Rojas y su hija de 7 años fueron retenidas por más de 11 horas por parte de 3 sujetos que tenían uniformes falsos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El suceso ocurrió en Naranjito de Quepos. La maestra y su hija fueron abordadas por estos antisociales que las metieron en un automóvil negro, el cual portaba la placa 458102, sin embargo, dicha matrícula no le pertenece.
Las víctimas, según cuentan testigos, empezaron a gritar para pedir ayuda. Antes del rapto, “la niña (profesora) estaba en una reunión y se trajo a la chiquita”, añadieron.
Luego de horas de desesperación, Sirias y la pequeña fueron puestas en libertad por parte de los cacos. Ellas aparecieron en la vía pública del sector de Damas, a 16 kilómetros de donde se las llevaron.
Las autoridades manejan la hipótesis de que las privaron de libertad porque andaban detrás del esposo de Sirias identificado como Geovanny Valverde.
“ME QUIEREN SACAR DINERO”
DIARIO EXTRA conversó con Valverde vía WhatsApp.
Según el departamento de prensa del OIJ, él es conocido en la zona pues se dedica a la pesca, pero el hombre expresó que algunas personas lo han visto progresar y por ello lo vinculan con organizaciones ilícitas.
Este rotativo le preguntó sobre las sospechas y si ya ha tenido amenazas.
“Yo estaba viendo un reportaje y me siento decepcionado de que el compañero (periodista de otro medio) tradujo la información, porque lo que les hago saber a las personas del OIJ es que antes me han estado intentando extorsionar, pero no significa que yo tenga problemas de esa índole, simplemente (soy) un empresario que le quieren sacar algo de dinero”, manifestó molesto.
El empresario indicó que además de sufrir el susto de que le raptaran a su esposa e hija, “por la mente me pasa hasta una demanda por daños y perjuicios. Eso no es así y no fue lo correcto (que tiene nexos con organizaciones criminales)”.
AMENAZAS
El problema del rapto a las dos féminas, de acuerdo con Valverde, ya trae cola, pues desde tiempo atrás ha recibido algunas amenazas vía telefónica. “A veces me dicen ‘lo voy a fumar aquí’ o ‘lo voy a fumar allá’. Eso fue lo que les comenté a los oficiales”.
Valverde agregó que en ningún momento ha tenido una banda. “Lo hacen ver a uno como un delincuente, a mí me han dicho por años que estoy metido en cosas malas porque lo ven a uno superarse”.
También recalcó que es importante que las personas no lo juzguen. “Si ven lo que trabajo y lo que me sacrifico, eso mi familia lo puede constatar, se van a dar cuenta que es esfuerzo y bendición de Dios”, concluyó.
Luego de que las víctimas se ubicaron en un lugar seguro, los efectivos del OIJ las abordaron, entrevistaron y las llevaron al centro médico.
Las autoridades mencionaron que las mujeres estaban en buena condición de salud, sin embargo, la menor tenía unos raspones.
La familia Valverde Sirias desde ahora cuenta con protección por parte del OIJ.
Los judiciales siguen el rastro de los sujetos que portaban indumentaria similar a la de la institución para aplicarles el proceso correspondiente.
VECINOS CON MIEDO
Tras el rapto “mis hijos no quieren ir tan siquiera a la escuela porque ya dudan de si va a pasar algo, eso está muy preocupante”, expresó un vecino que no quiso dar su identidad.
Los quepeños señalan que el lugar es muy tranquilo y nunca se ha producido un incidente como este. Además, esperan que la situación no pase a más.