Los jugadores de la Selección Nacional, Bryan Ruiz y Celso Borges, cambiaron los tacos y los balones por una buena causa. Ayer la Tricolor no entrenó en la mañana y ambos aprovecharon para compartir con los pequeños del Hospital Nacional de Niños.
Con una sonrisa de oreja a oreja ingresó Diego Reyes al salón donde se encontraban los futbolistas. El menor, de 14 años, sabía que ahí estaba su ídolo Bryan Ruiz. Por su enfermedad no estaba autorizado para entrar en dicho lugar, sin embargo los doctores hicieron lo posible y lo llevaron, pues sabían que su mayor sueño era conocer al capitán del combinado patrio.
“Me siento genial, desde ayer (martes) estaba deseando que fuera Bryan el que viniera, siempre lo veo en los partidos, es demasiado bueno. Me alegra que estuviera conmigo, pudimos conversar un poquito”, comentó Reyes, quien padece de insuficiencia renal.
Ruiz indicó que ya le habían contado de Diego. “Me dijeron que era superadmirador mío, entonces cuando lo trajeron me llenó mucho ver la reacción de él, se impresionó bastante”, declaró. Borges, quien juega para el Deportivo de España, dijo que cada vez que están en el país se debe hacer este tipo de actividades.
“Estamos sumamente honrados de que nos hayan invitado a esta actividad, aportamos en lo que podamos. Creo que tenemos una responsabilidad social que nos involucra y nos encanta venir y compartir”, comentó.