Ángela Álvarez subió a recoger su Latín Grammy como mejor artista nuevo, categoría donde empató junto a la cantante Silvana Estrada, y su historia es un ejemplo de que nunca es tarde para cumplir los sueños.
Con sus 95 años, Ángela Álvarez se convierte en la persona de mayor edad en ganar un Latín Grammy e iguala la marca de Tony Bennett que recibió un Grammy americano a la misma edad.
Durante su discurso la cantante de origen cubano dedicó el premio para todo los que nunca se dan por vencidos en cumplir sus sueños.
Ángela Álvarez creció en Cuba, de donde salió al poco tiempo de la victoria de la revolución castrista en 1959. Desde niña quiso ser cantante, pero en Estados Unidos, sin saber inglés, tuvo que dedicarse a recoger tomates y a limpiar las oficinas de un banco, en Colorado.
Compuso su primera canción a los 14 años, aprendió a tocar el piano y la guitarra y le encantaba cantar, siempre fue su sueño.
Muchísimos años después, su nieto, el músico Carlos José Álvarez, le ayudó a grabar su primer disco con las canciones que había compuesto décadas antes.
Carlos José Álvarez fue el productor de su disco porque aseguró que quería preservar las canciones que le cantaba su abuela cada vez que iba a visitarla y que tanto le influyeron para ser artista.