• Sin embargo en la calle no se siente
Comprar los grupos de alimentos que componen la canasta básica es hoy más barato que en octubre de 2023, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Hace 12 meses una familia de cuatro personas gastaba por mes ¢230.336 en alimentos básicos, mientras que para octubre de este año el desembolso asciende a ¢225.328; es decir, ¢5.008 menos por hogar.
Los tubérculos y los cereales son los grupos que más ayudaron a la disminución general de precios, ya que en el primero de los casos se abarataron ¢1.222 en la compra mensual, a la vez que en el segundo grupo su precio cayó ¢1.449.
En el otro extremo, comprar hortalizas es ¢2.793 más caro. La carne de res también subió y cuesta más ¢445 que un año antes, al igual que la carne de pollo, que subió ¢832.
GENTE NO LO SIENTE
Con estos datos en mano, DIARIO EXTRA salió a la calle a consultar si esta reducción de precios en los alimentos se refleja en el bolsillo de los costarricenses.
La respuesta general es clara: no se siente. Todo lo contrario, la ciudadanía percibe que aquellos productos que han subido golpean más más las finanzas familiares que los que bajaron.
Según indican los consultados, el arroz, el aceite y el café son ejemplos de lo que comparan todos los meses y su precio ha aumentado en el último año.
De acuerdo con el economista Leiner Vargas, esta caída en los precios de los alimentos, a los que se suman otros insumos como transportes, servicios de telecomunicaciones y combustibles, presiona a una leve deflación (lo contrario a la inflación).
Según indica, eso podría dar margen al Banco Central de Costa Rica para bajar aún más la tasa de política monetaria, lo que abarataría las tasas de interés de los créditos. Ello con el fin de cumplir con las metas inflacionarias.