Muchas veces a la hora de comprar zapatos las personas se dejan llevar por colores de moda, diseños singulares y atractivos o simplemente por un precio bastante bajo. Sin embargo, ¿cuántas veces se ha detenido usted a pensar si ese calzado que está a punto de comprar realmente es el que necesitan sus pies?
Ante tal duda Rodrigo Sequeira, ortopedista en el Hospital Metropolitano, comentó el valor de tomar buenas decisiones a la hora de comprarse unos “cachos”.
Lo más importante es sacar el tiempo necesario, no le vaya a pasar que por andar en carreras termine haciendo una compra que sus pies vayan a lamentar.
Refiriéndose a los hombres, se debe procurar que el zapato no sea demasiado estrecho ni que la suela esté totalmente plana, ya que el pie se cansa mucho más rápido.
En cuanto a las damas, es un poco más complicado, ya que muchas veces estas prefieren la estética por encima de la comodidad, poniendo en riesgo la integridad de sus pies. Un ejemplo son aquellas mujeres que usan grandes tacones, lo cual provoca que el peso del talón se traslade a los dedos ejerciendo una presión innecesaria sobre los mismos, la cual podría tener graves consecuencias.
“Hay modelos muy bonitos para mujeres, pero lo que hacen es deformar los pies, hacen juanetes y dedos en garra. Esos son problemas que con el tiempo van a terminar en cirugías, y que pueden evitarse al usar un calzado adecuado”, expresó Sequeira.
Más allá de ser considerados como un elemento decorativo, se debe recordar que los zapatos son la vestimenta de los pies, y que estos se encargan de protegerlos, lo mejor que se puede hacer es seleccionar aquellos que se destaquen más por su comodidad que por su diseño.
“A la hora que uno va a escoger calzado, lo más importante es la funcionabilidad, que sea un zapato que le sirva a uno para hacer sus labores diarias. La persona debe sacar su tiempo para ir a comprarlos, porque no es algo que se hace en 5 o 10 minutos”, acotó el ortopedista.