Desde que se inició el estado de emergencia en el país por la propagación del COVID-19, gran parte de la población tuvo que dejar de salir a las calles y quedarse en sus casas como parte de las medidas sanitarias para evitar nuevos contagios.
Lo anterior provocó que disminuyeran los delitos contra personas en vía pública, como asaltos, hurtos y robos (ver Recuadro 1). Sin embargo, debido a esto los amigos de lo ajeno ahora tienen un nuevo objetivo para apoderarse de los bienes de otras personas: atracar a familias en sus hogares.
Así lo demuestran las cifras del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), pues indican que hubo un aumento en estos incidentes durante el período de cuarentena. De acuerdo con los datos, entre el 1 de marzo y el 21 de abril de 2020 se contabilizan un total de 81 asaltos a viviendas.
En comparación con las cifras del año pasado, en el mismo período las autoridades apenas registraron 60 denuncias por este delito, es decir hubo un aumento significativo.
INFLUYE EL DESEMPLEO
Sobre dicha tendencia Álvaro Ramos, abogado y analista en temas de seguridad, explicó que este incremento es bastante considerable, pero no se debe solo a que hay menos personas en la calle, sino principalmente al desempleo que está causando el impacto de la pandemia en el país, razón por la que no descarta que en este tipo de delitos sigan aumentando en las próximas semanas.
“Esto se va a poner muy incómodo a partir de mayo, que es cuando alcancemos los puntos más altos del desempleo forzado, porque fue obligado no porque veníamos económicamente mal, sino porque un fenómeno muy grave nos lanzó al desempleo extraordinario. Esto va aumentar los delitos en casas y a personas porque en algún momento habrá normalidad en las calles, es decir la gente vuelve a ser blanco de los ataques de los criminales”, externó.
Según el experto, lo anterior se debe a que para algunos grupos sociales que estaban ya marginados no va a haber trabajo por mucho tiempo y en ciertas zonas del país, como las turísticas, tampoco podría haber una reactivación económica inmediata, siendo que algunas personas, principalmente hombres entre 19 y 35 años, se sumarían a cometer delitos para subsistir.
LIBERACIÓN DE REOS
De acuerdo con Ramos, a esto se sumará la liberación de reos que recientemente ordenaron los jueces de Ejecución de la Pena, pues el hecho de que los privados de libertad estén en la calle con pocas oportunidades laborales también incrementaría los delitos contra la propiedad, mediante los cuales tratarán de conseguir su sustento diario.
“Eso va a causar que las pequeñas estructuras criminales se rehagan, es como llenarle el tanque de gasolina completo al hampa nacional para que tengamos una nueva oleada de crímenes sobre la población, tenemos que agregar que ya la ciudanía tiene mucho miedo del coronavirus, de perder sus empleos, de cuál será el futuro o perder sus casas. Si a eso se le agrega un componente terrible que es la criminalidad aumentada con la liberación de presos, estamos definitivamente en una situación terrible para la población”, sostuvo.
MÁS RECIENTES
Según las cifras del OIJ, las provincias con más denuncias por asaltos en viviendas durante el período de cuarentena son San José con 24 y Limón 22. Mientras que las que menos casos registran son Alajuela (16), Heredia (7), Puntarenas (6), Guanacaste (4) y Cartago (2).
Además, los días preferidos por los antisociales para cometer atracos son el lunes principalmente, seguido por domingo, viernes y miércoles.
El asalto a vivienda más reciente esta semana ocurrió en Tibás, San José. Ahí el afectado de apellido Camacho manifestó que antes del mediodía a su casa llegaron dos hombres con pasamontañas y armas de fuego.
En cuestión de segundos ingresaron por la fuerza y lo amenazaron con pistolas para sustraerle dos computadoras, dos celulares y una consola, luego huyeron.
Mientras, la semana anterior se registraron aproximadamente cuatro casos más; dos en Río Cuarto de Alajuela, uno en Mora de Colón, San José, y otro en Barranca, Puntarenas.
CADA 16 HORAS
Por otra parte, respecto a los asaltos a viviendas ejecutados por los delincuentes desde principio de 2020 el aumento se mantiene en comparación con el año pasado. Del 1 de enero al 21 de abril anterior, en el OIJ se contabilizaron 164 atracos en hogares, lo que significa que cada 16 horas en el país una familia está siendo víctima de este tipo de delito.
En enero la Policía Judicial registró 44 denuncias, en febrero 39, en marzo los numero aumentaron a 54 y hasta el 21 de abril ya se contabilizan 27 hechos de este tipo.
Si se revisan los datos del año 2019 en el mismo periodo, cuando no existían las restricciones sanitarias, un total de 130 familias se convirtieron en víctimas de la delincuencia. Por meses, las cifras serían: 29 en enero, 41 en febrero, 38 en marzo y 22 para abril.
MUY PELIGROSOS
Ante la consulta sobre el tipo de delincuentes que irrumpen en las viviendas para asaltar familias, Ramos aseguró que no solo se trata de que tengan más experiencia, sino que son grupos más organizados, estructurados y peligrosos.
Lo anterior se debe a que en la mayoría de los casos estas bandas ya cuentan con una o varias personas que les compran los artículos robados, a diferencia del asaltante de calle. Además, antes de perpetrar el ataque ya han realizado todo un trabajo de inteligencia con allegados a las víctimas.
“Eso los hace mucho más peligrosos, no todos son expertos, pero de los 4 o 5 delincuentes involucrados, uno o dos sí tienen experiencia criminal, son los que planean el asalto. Lo más importante es que están estructurados, es decir, pueden golpear constantemente, no como el ladronzuelo que toma oportunidad del descuido, estos grupos además se vuelven territoriales con una forma de actuar más planificada”, agregó.
VIOLENCIA
En cada asalto a vivienda, la violencia pareciera que va en aumento. Actualmente la Policía Judicial investiga otros hechos reportados en Pococí, Limón y San Isidro, Heredia. En ambos casos al menos cuatro sujetos armados amordazaron a las familias, además duraron entre 1 y 2 horas registrando los inmuebles. En los dos incidentes los cacos se llevaron unos ¢13 millones en computadoras, pantallas, celulares y tres vehículos.
El hecho más violento ocurrió en Barranca, Puntarenas. En este lugar al afectado, de apellido Hernández, los cacos le propinaron múltiples puñaladas que lo mandaron gravemente herido al centro médico local, todo para sustraerle dos pantallas de televisión.
Al respecto, Ramos explicó que en nuestro país los criminales son muy violentos y suelen ensañarse con las víctimas, aunque estas no opongan resistencia. Añadió que en muchas ocasiones los delincuentes atacan bajo el efecto de las drogas y suelen tener una actitud de dominar a la persona mediante la violencia extrema.
Ahora bien, en el caso de los asaltos a viviendas, el experto subraya que el daño es aún mayor para el núcleo familiar ya que se vulnera la seguridad que por muchos años los afectados sintieron estando en casa.
“El asalto a viviendas es probablemente el más dañino psicológicamente, es el que más afecta a la sociedad porque si uno no está seguro en su propia casa, con su familia, entonces uno no está seguro en ninguna parte del país. Si usted no tiene seguridad en su vivienda, no la tiene en ningun lado, esto es un principio fundamental de orden social”, concluyó.
SIN RESPUESTA
DIARIO EXTRA intentó conversar sobre este tema con Michael Soto, ministro de Seguridad Pública, para conocer el trabajo que se realiza desde los cuerpos policiales para contener los atracos en viviendas. Para esto le solicitamos una entrevista a Jaime Sibaja, jefe de la oficina de prensa de dicha cartera, sin embargo, al cierre de esta nota dijo que no podía responder la consulta porque no estaba cerca del ministro.