El cemento hidráulico en Costa Rica, está normado según el Reglamento Técnico RTCR 383:2004, “Cemento Hidráulico. Especificaciones”, emitido por el MEIC y publicado en el Diario Oficial, La Gaceta, el 10 de marzo del 2005. Esto quiere decir que, cualquier cemento que se use en el país, sea fabricado total o parcialmente aquí o importado, debe cumplir con los estándares establecidos en el Reglamento, que es de cumplimiento obligatorio, bajo apercibimiento legal.
Este documento dejó sin efecto el Decreto No 19872-MEIC del 27 de agosto de 1990, conocido como “NCR 40-1990 Norma para cementos hidráulicos”, que a su vez dejó sin efecto el No 8318 MEIC, del 21 de marzo de 1978. Se trató pues, de una actualización de la norma técnica que rige la fabricación, composición y uso de los cementos hidráulicos.
La nueva norma abandonó la definición clásica de los tipos de cemento de la ASTM (Sociedad Americana para Pruebas y Materiales, por sus siglas en inglés) para dar lugar a una clasificación basada en el comportamiento esperado del cemento y el tipo y cantidad de inclusiones de adiciones en la molienda (como caliza, puzolana, cenizas volantes, etc.), con lo cual se llevó la norma costarricense al estado del arte de la fabricación y usos del cemento hidráulico. Y tal vez más: es la única norma que regula la presencia de metales pesados en el cemento, adelantándose a los tiempos y situaciones.
Así que, desde hace mucho tiempo, en Costa Rica, el cemento hidráulico que se usa, debe cumplir con una estricta normativa de calidad.
Estructuras construidas con concreto de cemento hidráulico
El cemento hidráulico, en cualquiera de sus presentaciones, permite producir concreto hidráulico, y con ello, construir diferentes obras de infraestructura civil, tales como pavimentos para carreteras, puentes, edificios, represas, aceras, etc.
Los pavimentos para carreteras, por ejemplo, así como las aceras, se construyen superponiendo la capa de concreto a una capa base de material de apoyo, y estas dos, sobre un suelo natural debidamente compactado.
Lo que queda expuesto y visible es el concreto, la base de apoyo y el suelo natural quedan cubiertos. Si por alguna razón, que no discutiremos aquí, la capa base de apoyo o el suelo natural presentan algún inconveniente, o, como también sucede, se subestiman las cargas a que será sometido, aplicando eventualmente sobre cargas estáticas o dinámicas, el concreto de buena calidad, no tiene el comportamiento esperado asumido en el diseño, y posiblemente se agriete o fracture. Como eso es lo que se ve, se dice entonces que es culpa del concreto, o del cemento con que éste fue hecho, o incluso, impericia de los albañiles.
Y eso no es así. Tales son algunos de los casos que comenta el señor Corrales en su nota como la ruta 32 en la sección Tournón – Virilla, y el Paseo de las Damas, en San José centro, en donde las fallas en el suelo de cimentación, han comprometido el buen desempeño de las obras.
Aún así, el concreto ha sido capaz de llevar el tránsito que sobre él circula, sin necesidad de cierres totales o parciales.
Hay infinidad de obras en Costa Rica, construidas con concreto, que están en excelente estado, y son fieles testigos de la calidad de material de construcción que es el concreto, cuando se utiliza en conjunto con las prácticas constructivas pertinentes.
*Director Técnico, Instituto Costarricense del Cemento y del Concreto.