Según denuncia la Fundación Vida Nueva Donación y Trasplantes, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) incumpliría la medida cautelar interpuesta por el Tribunal Contencioso Administrativo por medio de la cual se ordenaba la reapertura del programa de trasplante hepático en el Hospital México.
“En esa medida cautelar se ordena suspender la orden sanitaria emitida el 12 de mayo por el Ministerio de Salud que inhabilita al Hospital México para realizar trasplantes de hígado y además ordena mantener en pleno funcionamiento la unidad de trasplante hepático del Hospital México y vigente la autorización para el proceso de trasplante de ese centro de salud”, señala la organización.
Aunque la medida solicita que la CCSS redirija a los pacientes que fueron enviados al Hospital Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia de vuelta al México, Rosibel Arrieta, representante de la Fundación, añade que dicha institución revirtió esta decisión y mantiene en lista a las personas en el Calderón Guardia.
“Este es un acto carente de ética y respeto a la institucionalidad y al derecho, puesto que, existiendo una medida cautelar que suspende la orden sanitaria, las autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social y el Ministerio de Salud siguen actuando como si nada hubiese ocurrido. Lo cual evidencia que los pacientes no somos el centro de atención como pregona la CCSS”, señaló Arrieta.
POLÉMICAS
POR PROGRAMAS
Así como la suspensión del programa de trasplante hepático en el México ha dado de qué hablar, la interrupción del trasplante renal en el San Juan de Dios también levanta un polvorín de opiniones.
Sandra Chanto, presidenta de la Fundación de Nefrología de Costa Rica, indicó al Periódico de Más Venta en Costa Rica las inconsistencias en el cierre del proceso en este centro médico.
“El Ministerio de Salud da declaraciones, pero omite importante información a los medios. La orden sanitaria para el cierre renal de donante cadavérico del Hospital San Juan de Dios indica que es por \’producción\’.
Las estadísticas están sesgadas desde hace años y el Ministerio no lleva registros, ni siquiera, de todos los pacientes que están en tratamiento sustitutivo, mucho menos estudios de sobre vida de los pacientes trasplantados con riñones que de previo se rechazaron con un criterio médico”.
Así mismo, con respecto a una de las justificaciones que utilizó el Ministerio de Salud para el cierre del programa, la cual se centra en el rechazo de órganos y el posterior aprovechamiento en el Calderón Guardia, Chanto añadió que no hay herramienta clara de control y claridad. Aunque sí se luchó por esto, pero el Consejo Nacional de Donación y Trasplante no tiene actualmente cómo definir aspectos generales con respecto al órgano que permitan conocer su idoneidad.
Por otra parte, también expresaron su descontento ante la forma en la que el Ministerio de Salud ha tratado el tema, ya que se considera una deshumanización hacia las personas que están a la espera de una intervención.
“Si usted tuviera un familiar con IRC en tratamiento sustitutivo, qué prefiere, que esté estable o que muera en el trasplante o post trasplante.
No somos maquila en producción, somos seres humanos a los cuales un trasplante nos da una segunda oportunidad de vida”, añadió Chanto.
En menos de treinta días el ente de Salud suspendió dos programas de trasplantes en hospitales centrales, en ambos casos los pacientes fueron dirigidos al Hospital Calderón Guardia, centro médico que, de acuerdo con los datos del Ministerio, tiene el mejor rendimiento en los programas de trasplantes.
No obstante, la Fundación de Nefrología manifiesta que estos números, en el caso del trasplante renal, no llegan ni al 30% de lo que generaba el Programa de Trasplante Renal del San Juan de Dios hace 10 años.
DIARIO EXTRA intentó conocer la versión de la Caja sobre este tema, sin embargo, al cierre de edición no obtuvimos respuesta.