Dormir en ropa de cama recién lavada es placentero, pero ¿qué implicaciones tiene para la salud?
Las sábanas pueden acumular microorganismos cuya presencia se ve favorecida por la humedad y por tanto pueden transmitir infecciones o provocar alergias.
Aunque no se vea suciedad en ellas y pueden parecer limpias, son textiles con los que se tiene un contacto muy directo y se impregnan con microorganismos del cuerpo.
Si el cambio se hace una vez a la semana, es importante mantener el hábito de ventilar la cama cada mañana el resto de los días, para eliminar la humedad que acumulan durante la noche y así minimizar esos riesgos de infección.
En caso de convivir con personas alérgicas a los ácaros la higiene en ese sentido cobra aún más importancia, por lo que se deberán lavar las sábanas con más frecuencia, así como las fundas de almohada y de colchón.
Si en el hogar se encuentra alguna persona enferma es conveniente lavar las sábanas de la cama con más frecuencia, en algunos casos incluso cada día.
Una vez más, el sentido común es el que mejor para guiar la hora de decidir cuándo lavar las sábanas en especial los últimos meses con cuestiones de higiene y desinfección a causa de la pandemia COVID.